Panorama Político Platense
El escenario político

La votación por suba de tasas dejó al desnudo a aliados y opositores: adelanto de la puja electoral

El massismo le pre$tó "gobernabilidad" a Cambiemos y la oposición “pura” estuvo en manos del pero-kirchnerismo. Garro, agradecido. (Ilustración: NOVA)

El resultado del acompañamiento, el último jueves, por parte del massismo al incremento de las tasas municipales en el Concejo dejó evidenciado que los vaivenes del Frente Renovador con el Ejecutivo de Cambiemos no fueron más que puestas en escena de lo que se denominó “una oposición” responsable.

En el lenguaje político, las 7 manos levantadas de los bloques FR-UNA y de los unibloques que formaron parte hasta hace poco de ese espacio –a cargo de Marcela Farroni, distanciada de la “línea Amondarain” y de Gerardo Jazmín, ambos vecinalistas-, no hicieron más que afirmar los aceitados mecanismos de consolidación de acuerdos que los oficialismos débiles o sin minoría propia suelen propiciar para no pasar sobresaltos legislativos.

Números más, números menos –el promedio del aumento de la tasa SUM y las demás contribuciones impositivas fue del orden del 30 por ciento-, el Ejecutivo contará para el 2017 con una nueva herramienta que le permitirá encarar el año electoral –que ya comenzó a jugarse-, con mayor holgura en sus arcas, desabastecidas por lo que tras la transición desordenada entre Pablo Bruera y Julio Garro, el propio intendente denunció como “una mala administración o un robo” (lo hizo en alusión al “faltante” de unos 500 millones de pesos).

Pero el “pacto de gobernabilidad” –necesario en años de “gestión”- no durará demasiado tiempo a la luz de los análisis y proyecciones de algunos avezados observadores políticos locales. “Cuando haya que jugar las cartas electorales, como pasará en Provincia y en Nación, los respaldos serán en cuenta gotas”, deslizó, en el más estricto anonimato, un massista que suele jugar juego propio a pesar de pertenecer a un bloque de cinco ediles.

Se refiere a la necesidad de diferenciación que, a juzgar por cómo se presentará el tablero electoral, los seguidores de Sergio Massa deberán forjar para no quedar pagados al oficialismo comunal. “La lógica de las urnas no es la lógica de la gestión”.

Durante el plenario, llamó la atención el desborde de verborragia de José Arteaga, una de las espadas del massismo, quien saliéndose del rol mesurado que supo caracterizarlo desde que brindaba servicios al alakismo le atribuyó a la edil del FPV-PJ Lorena Riesgo, quien cuestionó con números y conceptos lo que el bloque peronista en su conjunto –es decir, peronismo bruerista y kirchnerismo; 9 bancas, a pesar de la ausencia de Fabián Lugli- consideró una suba de “más del 50 por ciento”.

El concejal Gabriel Bruera fue más allá y en clave familiar acusó: “Es un impuestazo del PRO y sus primos del Frente Renovador”. La postura del justicialismo también dejó entrever –y vino a reforzar- cuál será el perfil de acción que de acá en más sus referentes expondrán –un poco por convicción, otro poco por necesidad de persuasión de los sectores de la población “antigarristas”-, durante las sesiones y si es posible fuera de ellas.

Con posibles candidaturas a lanzarse –como la del referente de los sanitarios Pedro Borgini-, mostrarse activos y aceitar el “opositómetro” son las premisas fundamentales. Siempre intentando presentarse como una posible solución a los problemas que por los motivos que fueren, el Ejecutivo todavía no comenzó a resolver. “Estamos al lado de los vecinos”, es otra de las consignas que se siguen materializando en acciones concretas con epicentro en la sede del PJ de calle 54, último bastión institucional del bruerismo.

Entre los datos “de color” que al ritmo de distintas interpretaciones dejó la asamblea de mayores contribuyentes se destacó el faltazo del concejal Gastón Crespo, único referente del progresismo en el recinto, quien hasta horas antes de la sesión no sabía si iba a votar en contra, a favor o lisa y llanamente abstenerse.

Dueño de un unibloque con cercanía circunstancial al massismo –su suerte política está atada al eventual pacto electoral que puedan tejer Sergio Massa y Margarita Stolbizer rumbo a las legislativas-, la situación del referente del GEN dista mucho de ser la más cómoda. En las últimas semanas evidenció este cuadro de situación al presentar proyectos en forma conjunta con Arteaga.

Ombudsman se busca

En otro orden de cosas, la semana que termina se desarrolló con la anteúltima etapa del proceso de selección del próximo Defensor Ciudadano. Con una lista de 71 inscriptos señalada como "récord", el período de impugnaciones dejaría una cantidad menor de postulantes, dato que recién se conocería la semana próxima.

Los pasos a seguir son la presentación de la lista "depurada" de la que saldrá una terna que la comisión de Enlace -conformada por 8 ediles- elevará al Concejo para someter a votación.

En el medio de estre proceso, seis de los candidatos pidieron "transparentar" los mecanismos de elección y salieron con los tapones de punta contra la actual Ombudsman -agoniza su segundo mandato-, María Monserrat Lapalma, ex referente de la Coalición Cívica que es fuertemente cuestionada por su pasividad al frente del cargo.

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