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Estudiantes y Gimnasia juegan en Mar del Plata

La previa arde: guerra de pintadas, peleas en barrios, amenazas por internet y ataques a sedes

Alerta Operativo Sol: la previa del clásico platense del domingo en Mar del Plata se vive con pintadas, amenazas, piedrazos y corridas. (Foto: NOVA).

Aún faltan cuatro días para el clásico y las calles platenses están que arden. Guerra de pintadas, encontronazos en los barrios, amenazas por internet y ataque a las sedes sociales de cada club. El último episodio fue una fugaz visita de simpatizantes albiazules que arrojaron piedras al edificio de 53 entre 7 y 8 durante la noche del martes, en sinónimo de venganza de una pelea en la que hinchas de Estudiantes los emboscaron cerca de las 22.30 en Plaza San Martín.

Después de varios años de no disputarse el partido más importante de la ciudad con la presencia de ambas parcialidades, los organizadores del torneo de verano junto a los organismos de seguridad decidieron que se vuelvan a encontrar en Mar del Plata.

“Lo lógico sería que se juegue en cualquier lugar del planeta y no ocurra ningún accidente, pero si las autoridades tienen los pies sobre la tierra saben que es una prueba de fuego” sostuvo Daniel, hincha del Pincha de la zona de Villa Elvira, en diálogo con NOVA. Oscar, un socio tripero de Barrio Norte con muchos años de cancha, agregó a este portal: “La policía ya está dando señales de inoperancia, mientras se sacaban entradas en las dos sedes no había ningún uniformado, están todos en la costa”.

Los micros, las combis y los vehículos particulares van a tener que recorrer 366 kilómetros de distancia para llegar a la Feliz por ruta 2. Todavía no hay confirmaciones, pero se especula que la hinchada de Gimnasia saldrá a las 6 de la mañana y la de Estudiantes al mediodía; y para el clásico del 2 de febrero se invertirían los roles. La intensión es que no se crucen ni en los barrios platenses antes de partir ni tampoco en la carretera.

Durante la estadía en la costa se enciende la segunda luz de alerta. Los hinchas transitan eufóricamente por las calles del centro y visitan la playa. Como habitualmente el plantel mens sana se hospeda en un hotel céntrico, los triperos se reúnen en la playa de los lobos marinos, a escasos metros de donde están descansando los jugadores para brindarle su apoyo. Los Pinchas, a diferencia, se van a la zona de Mogotes a hacer la previa.

Los gruesos de las hinchadas se pueden controlar; el tema son los grupos menores que van en particulares o se separan de las caravanas y las inspecciones policiales.

Luego está el traslado de las masas al estadio. La policía tiene que tener una fuerte presencia en los alrededores para que no se produzcan encontronazos.

Y la última circunstancia de riesgo y la más importante es el regreso. Miles de platenses de ambos clubes van a regresar a la ciudad de las diagonales tras el partido. Allí no se puede retener mucho más de una hora a una de las hinchadas en el estadio, mientras que se disperse la otra.

Si el partido termina con el triunfo de alguno de los dos, en la parcialidad derrotada van a prevalecer los ánimos caldeados. Si algún micro se retrasa, alguno se avería o paran en alguna estación de servicio, los incidentes son inminentes. Alerta para el Operativo Sol.

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