Opinión
En el día del periodista

La palabra envenenada

7 de junio, día del periodista. (Imagen ilustrativa)

Por Juan Manuel Negri, especial para NOVA

El 4 marzo de 1811 en cercanías de la isla costera Santa Catarina, es arrojado al mar, envuelto en una bandera inglesa, el cuerpo de Mariano Moreno. El relato dice que el capitán del buque le suministró una dosis 40 veces mayor a la habitual de un medicamento vomitivo utilizado por aquellos tiempos: murió en el acto.

Pero este no es un envenenamiento cualquiera, pues carga con el poder simbólico de ser impartido contra uno de los principales ideólogos de la revolución de mayo y uno de los creadores del primer periódico patrio. “El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan (…) aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal. Para logro de tan justos deseos ha resulto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal con el título de Gazeta de Buenos Ayres”, rezaba el primer número de la publicación independentista.

En este párrafo se advierte como el periódico patrio fue entendido como una herramienta de comunicación al servicio del pueblo y de sus intereses. El poder comete delitos. El pueblo debe obligar a que “sus jefes” nunca puedan obrar mal. Sin duda eran verdades que molestaban, inquietaban y fastidiaban a ese poder. Verdades que había que ocultar.

La pregunta es: después de 200 años, ¿no se sigue envenenado la palabra? Acaso, ¿el envenenamiento ahora no se da vía anulación de leyes votadas y apoyadas mayoritariamente como la Ley de Medios? Tal vez, ¿La dosis letal no viene en forma de persecución a periodistas y a medios, programas y publicaciones opositoras? ¿Y los miles de comunicadores sin trabajo? ¿No se hiere de muerte a la libertad de expresión regresando a la concentración mediática? ¿Y ocultar los despidos, los aumentos, la entrega del patrimonio nacional y el endeudamiento no es de alguna forma envenenar las noticias?

A lo largo de la historia la idea de una comunicación pensada como herramienta para el pueblo irritó. Como en las épocas de Moreno, aún siguen siendo los mismos los que se encargan de envenenar la palabra.

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