Berisso
Hospital Larraín de Berisso

"La gente que va a un hospital público va a buscar ayuda cuando realmente lo necesita"

El acta de defunción.

Esta Agencia de noticias tuvo la posibilidad de dialogar con familiares de la paciente fallecida (Marta Graciela Suarez, de 55 años) el pasado martes 5 de enero cuando se encontraba internada en el Hospital de Berisso, luego de haber ingresado por guardia dos días antes.

En esta oportunidad, fue su hija Eliana Ortiz quien dio detalles de lo sucedido antes, durante y después del trágico desenlace.

“Llamé a la ambulancia el día 3 a la madrugada, la ambulancia no vino y volví a llamar a la hora y vinieron, le tomaron la temperatura, la presión, de los vómitos no me dijo nada, me pidieron los datos de mi mamá y se fueron”, comenzó relatando Eliana a Agencia NOVA.

Y siguió: “el día 4, cerca de las 11 de la mañana, llevo a mi mamá a la guardia y la recibe la doctora Padilla. Las chicas de enfermería la ponen en un box y la doctora lo único que hizo fue indicar que había que hidratarla, entonces le dan Ranitidina y Buscapina para parar el dolor y los vómitos. También le dan cuatro sueros de 250 mililitros y la mandan a la casa, sin estudios previos”.

Continuando con los detalles, Ortiz aseguró que preguntó si le iban a realizar estudios de sangre a su madre, obteniendo una respuesta positiva, mientras que para la realización de una ecografía fue negativa, dado que no habían por guardia turnos para ecografía, según la respuesta de los profesionales del hospital.

“Alrededor de las 13:30 me la llevo, mi mamá sigue con mucho dolor así que volvemos a la guardia a las 21 horas. En esta oportunidad la recibe la doctora Juliana De la Iglesia. Pasó a un box, la hidrataron, le dieron Buscapina, Ranitidina y DIclofenac”, comentó.

Cabe destacar que en ese momento se hizo presente un cirujano: “La palpó y no dijo nada. Le dio cuatro ampollas para calmar el dolor y se fue. La doctora De la Iglesia me comunica que la pasaba a piso para seguirla hidratando y controlar el dolor, prometiendo que al otro día la iba a ver un gastroenterólogo, el cirujano y le iban a hacer una ecografía, estudios de sangre y orina completa”.

A esto, Marta Graciela Suarez no llegó.

“A las 00:30 la pasan a piso, mi mamá estaba estable, hablando, lúcida. La dejé tranquila, con la medicación haciendo efecto. A la una y media me voy a mi casa y a las siete de la mañana recibo un mensaje de un número que calculo es de las enfermeras. Decía que se comunicaban del hospita , pidiendo acompañamiento familiar para la paciente Suarez”, reveló Eliana.

Y prosiguió: “voy a ver a mi mamá y la encuentro tapada con una frazada de invierno, con guantes de látex tirados en el piso, ropa interior tirada. La destapo y de la cintura para abajo estaba totalmente desnuda. Estaba atada, en estado de dopación, no podía habla y me pidió que la desatara moviendo las manos, que ya estaban moradas. La vía del suero estaba vendada”.

En ese mismo instante, Marta le pidió a su hija agua, tomó y luego vino una enfermera que le aclaró el panorama a Eliana.

“Me dijo que la doparon porque se había sacado las vías, había gritado por el pasillo y se quiso escapar. Me dijeron que la ingresaron, la pusieron en la cama de enfrente y la ataron por miedo a que se tirara por la ventana. En eso momento le pone oxígeno, se fue y vino una médica y me dijo que saliera de la habitación”, detalló.

Instantes después, otra médica se hizo presente, y a los diez minutos le comunicaron a la hija de Suárez que la misma había entrado en paro. Allí fueron a buscar más médicos y una mascarilla para dar oxígeno, mientras le practicaban RCP de manera manual.

“Media hora después sale la misma doctora y me avisa que mi mamá había fallecido de un paro cardiorrespiratorio”, completó.

Testimonio del esposo

También el marido de la víctima, Héctor Torres, dialogó con este medio para dar detalles e impresiones de lo vivido en el nosocomio local, donde se desencadenó el deseco de su compañera.

“Se acerca en ese momento la acompañante de una paciente y me dice que era mentira que Marta Graciela había salido gritando y que se quería escapar. Me dijo que mi mujer había salido agarrada de las paredes pidiendo agua y que por favor le den algo para los dolores”, informó el hombre.

Asimismo, indicó que la paciente había llegado hasta enfermería y “la llevaron a las rastras a la cama y le dieron una inyección de clonazepam, me dijo la doctora. Sabiendo que ella estuvo sufriendo tres días de dolor, con el desgaste físico que tuvo, con vómitos, con diarrea, esto la terminó. Esto debe hacer sido lo que produjo el paro cardíaco porque estaba con muy baja presión”.

En cuanto al certificado de defunción que le entregaron a los familiares de Marta Graciela Suárez, el mismo dice que la paciente falleció por síndrome de asfixia.

“Eso dice el certificado, cuando la doctora salió y dijo que murió por un paro cardiorespiratorio, nunca nos dijeron que había síndrome de asfixia”, subrayó la hija.

Para luego continuar Torres: “yo inicié una causa en la fiscalía por el trato hacia la persona. Porque si uno lleva a una persona al hospital para que la curen y la cuiden y la terminan matando. Hay algo, no sé si no les cerró a las enfermeras, a las doctoras, de dejar a un paciente sufriendo tres días sin darle ayuda”.

Y sentenció: “esos días de dolor fueron el comienzo de su muerte, perdió ese tiempo sin ser atendida, sin estudios, eso la mató. La desidia, la falta de voluntad, el abandono”.

Cabe agregar que la autopsia al cuerpo de Suarez ya fue practicada y resta esperar los resultados. La causa está en la fiscalía N° 11, del Tribunal de La Plata. Y quien lleva la causa es el fiscal Álvaro Garganta.

De todos modos, los familiares de la mujer fallecida se acercaron a dialogar con los directivos del nosocomio local.

“El mismo día que falleció mi mamá me acerqué a pedir la historia clínica, los reportes de enfermería del turno noche y turno mañana y el recuento de la medicación para saber qué faltaba y qué se le dio”, dijo Eliana Ortíz.

“Nunca me dijeron que era el director del hospital (por Alfredo Zanaroni), me dijo que era el doctor Juan Coll, primero me atajó la abogada pidiéndome detalles y después me dijeron que yo estaba en mi derecho de pedir todo tipo de información y de realizar todo tipo de trámite legal”, sumó.

Luego tomó la palabra Torres: “queremos denunciar esta falta de ética de las enfermeras, los médicos. De tener un paciente sufriente y no hacerle estudios. A mí en septiembre me paso lo mismo, entré con un cuadro por un tumor en el riñón, entré un lunes y no me dieron bolilla, el martes tampoco, el miércoles seguía orinando sangre. Recién el jueves me tuvieron que operar de urgencia, sacar el riñón y quedarme ahí”.

Y continuó: “me dijeron que ya no tenía nada y los tumores los tengo en los pulmones y en el esófago. Me tendrían que haber dado atención oncológica y no me dieron y el doctor Miranda me atendió en el pasillo”.

Para cerrar, sentenció: “el hospital no está en condiciones, es un hospital que no tiene insumos, que está destruido. Por ahí no hay facultativos buenos, en un momento sacaron la mayor parte. Cambiamos un director médico, pero si mantenemos la misma política es lo mismo. Siempre son los mismos que no quieren trabajar. La gente que va a un hospital público va a buscar ayuda, cundo realmente uno necesita. Mínimo e indispensables es que te atiendan bien”

Lectores: 620

Envianos tu comentario