Política
Exclusivo de NOVA

La compleja trama política oculta detrás del crimen del fotógrafo platense

Paula Castillo y su promotor, el ex kirchnerista y ahora massista, Raúl Pérez.

Hugo Castillo, el biólogo detenido por el crimen a sangre fría del fotógrafo platense Alfredo Galeano, milita con el exdiputado provincial del Frente para la Victoria, Raúl “Cabezón” Pérez, y actual dirigente y armador nacional del Frente Renovador en la zona norte del país.

Asimismo, cabe recordar que Castillo era el asesor en temas ambientales de Raúl Pérez hasta 2013. Por ese entonces, el “Cabezón” era promotor de veladas de boxeo en el club Banco Provincia de City Bell junto a su primo Néstor “Pochi” Méndez.

Esas peleas eran transmitidas los sábados a la noche por la señal TyC Sports. Y allí, la hija de Hugo, Paula Castillo, daba sus primeros pasos como promotora; era la encargada de lucir su figura esbelta con el cartel de los rounds arriba del cuadrilátero.

Pero su camino como modelo siguió en ascenso hasta llegar a ser la cara bonita de todos los actos del “Cabezón”, él la utilizaba como un claro anzuelo para la militancia.

Según pudo saber NOVA, la bella morena cobraría un jugoso y suculento contrato de la Cámara Baja desde el año 2012 gracias a Raúl Pérez que puede perder el pelo pero no las mañas. La muchacha no iría a trabajar porque cumple otro horario “laboral”. El convenio monetario data de noviembre de 2012.

Como todo “ñoqui” que se precie de tal, Paula sólo concurriría a la Cámara de Diputados una vez por mes, para cobrar. No es la única. Y tampoco será la última.

Pero el “Cabezón” no habría sido el único amorío de la joven, también tuvo su affaire con Sebastián “Patito” Galmarini, entre otros políticos bonaerenses.

Si bien, Paulita Castillo se denomina “botinera de alma”: le encantan los jugadores de fútbol. Estuvo en pareja con uno hace un tiempo pero, claro, el poder y la ambición pudieron más.

Ahora se reconforta, una vez por semana en el Hotel Faena de Capital, en los brazos de un alto funcionario provincial quien podría ser su padre, que la colma de joyas y regalos costosos que salen del bolsillo de los contribuyentes bonaerenses.

De tal palo, tal astilla

Paulita sacó las mañas putañeras de su madre, Marcela Kauffmann, quien trabaja en Gobernación y simpatizaría con el sciolismo.

La exmujer de Hugo Castillo, era supuestamente amante del fotógrafo platense, situación que provocó la ira del biólogo, quien no soportó los celos y habría asesinado a tiros a Galeano.

A pesar de que el matrimonio estaba terminado, ellos (Castillo y Kauffman), convivían en el mismo hogar, hecho por el cual él pensaba que seguía siendo su esposa.

Una verdadera trama compleja: llena de enredos, amores y odios donde la promiscuidad se traspasó de una madre a la hija y llegó al universo político.

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