En el marco de la anteúltima cena-degustación del año organizada por el almacén de vinos y restó Cepas, la bodega mendocina Argento presentó cinco de sus etiquetas: botellas que fueron descorchadas para maridar con los siempre exquisitos platos elaborados por el equipo de cocina gourmet del lugar, a cargo del chef Ben Blanco.
La charla didáctica fue brindada por el sommelier Alejandro Moretti, quien explicó a los comensales los distintos aspectos de la elaboración de los varietales disfrutados en la noche; tipicidad de las uvas, cualidades de la fruta y los procesos de añejamiento en madera de roble, orientando la cena en cuatro tiempos.
Como primer entrante, la casa de vinos de diagonal 74 ofreció vieiras y mollejas crocantes, mix de berros con vinagreta de avellanas y ciboulette, maridado con un Argento Pinot Grigio; un vino suave, de fácil paladar, ideal para beber solo o acompañando pescados o ensaladas.
El segundo entrante fue un civet de jabalí setas y pancetas con manzanas asadas al aceite de uva y manzanilla, complementado por un Argento Bonarda Clásico: intenso en nariz con notas de frambuesa y florales, frutas de bayas en bocas y un final redondo y suave. Vino con paso por madera francesa y americana (50 por ciento cada roble).
El plato principal fue ternera bridada con escalibada de berenjenas y puré de cebollas ahumadas: maridaje ideal con vinos Argento Malbec y Cabernet de la línea Reserva. El primero también con crianza compartida en partes iguales en roble francés y americano, de color violeta intenso y aromas concentrados a ciruelas maduras y chocolate. Ricos sabores a moras negras, con tanitos suaves y persistentes.
El cabernet –“la cepa madre de las tintas”- con 80 por ciento de crianza en francés y 20 en americano. Color rubí intenso. Aroma a ciruelas, cassis y vainilla. Complejo y corpulento en boca, con dejos tostados y aromas pimentosos debido al sutil paso por madera.
La hora del postre llegó con un parfait de pomelo rosado, sorbete de peras al azafrán y arrope de higos negros, casamiento ideal con un Argento Chardonnay: vino fresco y por momentos sutilmente invasivo en boca, de buen equilibrio de bruta y acidez ideal.
El representante de la bodega mendocina y jefe de producto del grupo Dulmes –nuclea 11 bodegas, entre ellas, Andeluna y Vinorum-, Daniel Caruso, fue el encargado de complementar la charla y brindar información de la firma a los presentes.
“Argento es una marca que tenía Catena Zapata para el mercado externo. Se distribuía internacionalmente en más de 40 mercados. Es una bodega de una producción de 700 mil vinos. No es una bodega de garage y está pensada para ser una primera marca con inserción en el mundo”, explicó en diálogo con este medio.
“Por el poco tiempo que llevamos en el mercado tuvimos un crecimiento muy grande y es una marca que de por sí llama la atención por el nombre, ya que remite a nuestro país. Es una bodega de vinos jóvenes y con poca madera, para que pueda disfrutarse la fruta, que es lo que hoy está pidiendo el mercado”, complementó.
Contactos en: www.argentowine.com
