Política
El escenario gremial

La CGT regional evita "institucionalizar" ruptura para no repetir esquema de Nación

Parte del moyanismo fogonea la división de la central local, pero hay focos de resistencia. En el mapa sindical platense el factor kirchnerismo es determinante.

Por Facundo Arrechea, especial para NOVA.

Con los ecos aún resonando de la reciente escisión que a nivel nacional derivó en la conformación de dos ramas de la Confederación General del Trabajo -dividida en CGT moyanista y "oficialista" o Balcarce-, los principales referentes del sindicalismo platense intentan por estas horas evitar el efecto arrastre de esta división surgida al calor de la profundización de los reclamos sectoriales y las pujas políticas que se definen en favor o en contra del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

En este sentido, las negociaciones en pos de encontrar una postura de consenso serán claves en el transcurso de las próximas semanas, cuando al ritmo de los movimientos políticos en las centrales gremiales de referencia nacional, el gremialismo de la Región Capital intentará sellar un acuerdo por la unidad en un encuentro sin fecha oficial definida pero que sentará en una mesa a la mayoría de los actores sindicales.

Según pudo reconstruir NOVA de diferentes fuentes gremiales, la idea es "evitar el quiebre" y sus posibles costos. "Los problemas coyunturales nacionales y los locales son muy distintos; hay diferentes prioridades en distintos escenarios. Por eso trataremos de mantener una sola CGT a pesar de los matices que sin dudas existen", analizó el titular de un gremio de los denominados "chicos".

A pesar de que existen dos versiones, en La Plata, todavía las formas de una única CGT se mantienen. Por un lado, están los sindicatos alineados en la CGT oficial que conduce -con resistencias crecientes- el titular del UPCN, Carlos Quintana, y por otro, la "José Ignacio Rucci" -gremios privados en su mayoría-, equivalente local -con matices- de la central obrera que a nivel nacional encabeza el camionero Hugo Moyano.

En las últimos días, la constitución de la CGT afín al kirchnerismo con el metalúrgico Antonio Caló a la cabeza, terminó de definir el mapa gremial que también encuentra una división en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA); una al mando de Hugo Yasky y la otra bajo la conducción de Pablo Micelli.

El gremialismo lugareño podría convertirse en la caja de resonancia de la escisión cegetista representada por Moyano y Caló; dos corrientes que definen su plan de acción conforme a las actuales distancias y cercanías políticas con el proyecto encabezado por el cristinismo. “Se comenzó un proceso de normalización de las diferentes centrales obreras distritales y La Plata siempre fue un foco de atención, pero normalizar a nivel local significaría institucionalizar la ruptura y es lo que se quiere evitar”, deslizó un referente gremial conocedor de la letra chica del futuro eventual acuerdo.

En La Plata se repiten a grandes rasgos estos alineamientos pero no con esquemas replicables porque abundan los matices. "Las ramificaciones gremiales de algunos rubros coinciden con el gobierno a nivel nacional pero sus representantes locales son opositores", describen operadores del sector para ilustrar la dinámica en la Región.

Un caso ejemplificador, en ese sentido, es el de los sanitarios –el referente de SOSBA es Julio Castro, titular de la CGT Rucci-, que en la ciudad es un espacio opositor al gremialismo "quintanista" pero en Nación se encuadra en el oficialismo. El secretario adjunto de esta vertiente es el camionero Miguel Forte, que luego de tomar cierta distancia política de la actividad del Concejo, conformó en los últimos días un unibloque tras romper con la bancada de orientación peronista disidente con que comulgaba en el recinto.

Otro de los factores de unificación que existen entre ambas corrientes es la relación estable que mantienen con el oficialismo municipal encabezado por el intendente Pablo Bruera. De hecho, varios de los integrantes de una y otra expresión gremial fueron o son socios políticos coyunturales de la gestión que encabeza el titular del PJ en la Octava Sección.

Los gremios alineados en “la Rucci” son mayoritarios -superan los 50-. Aunque de rubros en algunos casos menores en representación territorial y cantidad de afiliados. Sobresalen Camioneros, Luz y Fuerza, AJEPROC (personal jerárquico del correo) al mando de Antonio De Vito; SOEME (Marcelo Balcedo); SMATA (lo conduce el ex edil Alberto Maya), UOM (Antonino Di Tomasso) o la UTA (Oscar Pedroza), UATRE (recientemente incorporado), entre otros.

La “CGT Quintana” aglutina a gremios como SANIDAD (al mando de Pedro Borgini, concejal pro Bruera), Taxistas (Juan Carlos Berón), UPCN (Carlos Quintana), Bancarios, Pasteleros, Comercio, Municipales (Rubén Alfano) o Ferroviarios, entre otros.

También están los denominados "gremios neutros" o no encuadrados. Sus principales referencias son UOCRA (Juan Pablo “Pata” Medina), remiseros, propietarios de caballos y Variadores.

“Moyanizar” la CGT

El titular de UATRE (nuclea a peones rurales) y ahora moyanista, Gerónimo "Momo" Venegas, fogonea una ruptura de la CGT platense con el propósito político de crear un bastión opositor al kirchnerismo, pero según pudo saber este medio en sondeos con integrantes de ambas ramificaciones gremiales, hasta el momento encuentra una resistencia mayoritaria.

“Hay sectores que intentan claramente fragmentar la CGT para copiar el esquema en Nación, pero también hay un foco de resistencia que lo quiere evitar y la idea es acordar las condiciones antes de fin de año”, explicó un gremialista antirupturista.

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