Nadie entiende cómo ha sobrevivido a todos los cataclismos políticos que han ocurrido en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. Pero su fórmula es bien simple, y clarita como el agua. Se adapta a todos los cambios ideológicos y programáticos que ocurren en el peronismo.
El berraco Patrón del Mal en la Ciudad de las Diagonales se llama José Ramón Arteaga, hace añares que es concejal y es conocido a su vez como “Joserra” o “el mexicano”, aunque otros que se han sentido traicionados por él se refieren a su figura con otros términos poco decorativos.
El amplio bigote y sus prácticas reñidas con la moral lo asemejan a Pablo Emilio Escobar Gaviría, el delincuente colombiano que fue abatido hace dos décadas, llamado en la exitosa novela de canal 9 como “El Patrón del Mal”, mote que bien le cabría a Arteaga, quien seguramente a raíz de esta editorial humorística tendrá que soportar chanzas con ese mote hasta el resto de su vida.
A ver…. Arteaga ha sido cafierista y luego duhaldista, de la mano de su ex mentor, el ex legislador Lucho Lugones, para luego ser unos de los más fieles ediles al servicio del ex intendente y ahora ministro de Justicia, Julio Alak, aunque muchos afirman que su verdadero padrino es el otrora diputado Raúl Pérez, denunciado ante la justicia por enriquecimiento ilícito. Un bebé de pecho.
Cuando apareció en escena Francisco de Narváez, se sumó a les huestes del Colorado de la mano de Gonzalo Atanasof, pero recordemos que meses ántes había armado una mesa política ultra kirchnerista, jurándole fidelidad eterna al viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Carlos Castagneto.
Ahora la figurita de turno es Sergio Massa. Si, adivinaron. El berraco Patrón del Mal platense es en la actualidad uno de los acérrimos defensores de las ideas del ex alcalde de Tigre. ¿Dónde lo encontraremos ubicado en unos años políticamente a Joserra? Ahhh, la pregunta del millón que nadie osa responder por temor a equivocarse.
Cotidianamente, el hombre del bigote les pide a los militantes massistas que le acerquen todo tipo de proyectos para darles curso como autor en el Concejo Deliberante de La Plata, para ponerle palos en la rueda al intendente Pablo Bruera, a quien como edil más de una vez le ha dado quórum en el recinto para que el mandamás de las diagonales no se las vea jodida.
Pero en algo difieren el narco colombiano Pablo Escobar, y el muchacho de La Plata. El primero era generoso con todos, a pesar de sus trapisondas, y siempre contaba con una billetera abundante para ayudar a los necesitados. “Ahí tiene su platica, señor”, decía y dejaba conforme a la mayoría de los que lo rodeaban.
En cambio, el Patrón del Mal local asegura ante quien quiera oírlo, que “conmigo hablen de todo, menos de platica, ese tema lo resuelven con el jefe”.
¿A quién se refiere cuando habla de “el jefe”? Sabemos que a Sergio Massa, seguro que no. Creemos que es alguien con el cual tiene trato directo y diario.
Esta historia continuará…
