En ese marco, Tangorra indicó que la propuesta promueve la instalación de medidores que en forma progresiva se colocarán en countries y barrios cerrados y también en industrias que aún no cuenten con este tipo de aparato; mientras que en una segunda etapa se instalarán en aquellas viviendas de mayor valor fiscal y comercios y por último en las viviendas de valor medio y bajo y en las pymes.

Tras el malestar despertado en los usuarios a raíz del aumento de tarifas aplicado recientemente por la empresa Aguas Bonaerenses S.A, que presta el servicio en la ciudad, el edil señaló que “nuestra iniciativa plantea un esquema progresivo de colocación de medidores que permitirá, en el mediano plazo, recalcular las tarifas en función de los respectivos consumos”. Y agregó que “permitirá un escalonamiento tarifario más equitativo, además de posibilitar la implementación de una tarifa de interés social destinada a los sectores en estado de vulnerabilidad económica”.

Por otra parte, destacó que el proyecto de ordenanza que será tratado este miércoles por el cuerpo de concejales, propone la creación de una tarifa social que consistirá en la reducción de un 50% del costo para usuarios residenciales en estado de vulnerabilidad económica, de acuerdo a requerimientos que serán determinados una vez reglamentado el proyecto y de acuerdo a los criterios contenidos en el marco regulatorio provincial”.

Asimismo, será aplicable a “las instituciones y organizaciones sin fines de lucro que lleven adelante programas con alto compromiso social y cuenten con reconocimiento de la población”.

Los fundamentos de la iniciativa elaborada por el bloque kirchnerista, sostienen que “los criterios y mecanismos de cobro de tarifas del servicio público de agua constituyen una herramienta para atender las necesidades de acceso a este recurso vital a todos los vecinos”, y en ese orden, agrega que “se deben procurar los criterios que garanticen la sustentabilidad de la red mediante la percepción de tarifas según los consumos y niveles socioeconómicos de las distintas conexiones existentes y futuras”.

En esa línea, sostiene que por tratarse de un bien insustituible y escaso, que resulta de carácter esencial para el desarrollo de la comunidad, el suministro de agua potable debe ser administrado con elevados niveles de sustentabilidad, es decir, con criterios de alta racionalidad técnica y al mismo tiempo con una fuerte impronta de equidad social.

Por último, para la completa aplicación del proyecto el municipio deberá abrir una oficina de control de obra en la vía pública, con competencia en la ejecución de todo trabajo que se efectúe en la red de agua potable del Partido de La Plata. Esta será la encargada de efectuar las observaciones, visados, controles y todas las actuaciones administrativas vinculadas a este tipo de obras.