La imagen de los ex rivales en las primarias del FPV comenzó a viralizarse en medios regionales y sobre todo en las redes sociales y portales afines a uno y otro sector, que forzados por el operativo unificación encomendado desde la Rosada a todos los distritos para retener los pagos chicos, sobre todo en los que, como La Plata, el macrismo amenaza con pegar el batacazo, ahora trabajarán territorialmente en búsqueda de aumentar el caudal de votos.

En la capital provincial, el frente Cambiemos le ganó por medio punto porcentual la votación general al kirchnerismo. El candidato Julio Garro logró horas después de las primarias aglutinar a casi todo el radicalismo platense, que le garantizará fiscales e incluirá candidatos a legisladores en la lista encabezada por el ex diputado.

De hecho, en tren de especulaciones sobre la futura composición del Concejo platense, ya hay quienes comenzaron a aventurar que los miembros de la UCR tendrán herramientas para condicionar hasta a sus propios aliados.

En cualquiera de los formatos, y de proyectarse guarismos similares a los que se dieron en agosto -con el matiz de una ventaja para quien resulte ganador-, la distribución de las bancas de los 12 ediles que ingresarán el 10D se dará 6-4-2. Lo previsible es que la segunda minoría será para el massismo en UNA, que aspira al menos colar dos concejales y engrosar la ya abultada bancada existente. Como sea el próximo intendente quedará parlamentariamente condicionado.

V de Victoria y promesas de cargos

La foto de Bruera y la académica reavivó las especulaciones en torno a un eventual gabinete compartido entre las fuerzas que en total se llevaron el 33 por ciento de los votos. Como informó este medio oportunamente, estarían en carpeta algunas direcciones y quizá una o dos secretarías para la fuerza liderada por Saintout, quien con un grupo minúsculo de colaboradores podría ir a integrar un ministerio -posiblemente el de Cultura-, que sería creado a medida por Aníbal Fernández de llegar a la Gobernación que dejará vacante Scioli.

Judicialización en el massismo

Mientras tanto, en el ámbito de la justicia electoral bonaerense se cocina por estas horas -como fue reflejado el último miércoles por NOVA- el reemplazo de los tres miembros de la Junta recusados por un amparo del antes precandidato Marcelo Leguizamón, quien al igual que Carlos Melzi se anotaron en la lista de los disconformes con la elección que ganó el edil José Arteaga, quien por 89 votos no llegó al 30 por ciento necesario para imponer sin tener que dar explicaciones su lista completa rumbo a octubre.

El arteaguismo capitaneado por el diputado bonaerense Juan Amondarain no cederá -como explicó hace un par de días este portal- su "derecho" a presentar la lista pura con sus integrantes. Pretenden que Luciano Sanguinetti y Miguel Forte -quien ofició de gestor de cuantiosos recursos económicos para la campaña- ingresen "de mímima" al recinto.

Si finalmente se integran las listas con sectores de Leguizamón y Melzi, el dirigente de la CGT moyanista terminará en cuarta posición: uno de los principales motivos por los que "el tío" presionó al mismísmo Sergio Massa para que bendiga a la nómina vencedora y no de lugar a mechar candidatos de las que salieron segunda y tercera..

La semana próxima habrá novedades toda vez que los cinco miembros de la Junta estarán en condiciones de deliberar sobre el tema; se emitirá un dictamen que puede hacer estallar nuevamente la polémica en el ya convulsionado y fragmentado frente massista.

¿Le abren la puerta a Pacharotti?

Llamó más la atención por quien fue su reemplazante que por su ausencia. El pasado miércoles en el Concejo, el ex presidente del cuerpo y otrora aliado nato del bruerismo, Javier Pacharotti no ocupó -como ocurrió casi todo el año, ya que asistió a sólo cinco de 21 sesiones ordinarias- su banca. Esta vez pidió licencia y fue reemplazado por el bruerista puro Mauricio Castro, integrante en un lugar poco expectante de la lista encabezada por Pedro Borgini y que deberá integrar en cuarto orden a Gastón Castagneto, del sector de Saintout y heredero del clan de la agrupación Kolina.

Atinados y suspicaces análisis leyeron esta situación como un "gesto" de Pacharotti hacia el Ejecutivo, que luego de acusarlo de traidor por pegar el portazo e irse con Massa ahora podría hasta recibirlo en función del reagrupamiento de dirigentes con base en el PJ.

Hasta hay rumores de posibles ofrecimientos en la estructura municipal con vistas al 2016. Por el momento lo único seguro es que el concejal, que también paseó por un corto período por las filas del macrismo, se pegó al sciolismo en búsqueda de un futuro ($) seguro.