Política
Presidenta del Colegio de Farmacéuticos platense

Graciela Luján exigió que el PAMI no deje de lado a las Farmacias en la discusión del nuevo convenio

Graciela Luján, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de La Plata. (Foto: NOVA).

Mediante la publicación de una carta documento, PAMI rescindió el convenio con la industria farmacéutica y generó un descontentó generalizado en el sector profesional, que se siente rehén de una puja entre la obra social y los laboratorios. Graciela Luján, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de La Plata visitó la redacción de NOVA y exigió que su sector forme parte activa en la discusión del nuevo Convenio, que todos los medicamentos se entreguen únicamente en las farmacias y que se pauten condiciones contractuales lógicas.

En relación al primero de los pedidos, aseguró que las farmacias forman parte de un eslabón que no se tiene en cuenta: “Como grupo de farmacéuticos, profesionales de la salud y únicos especialistas en medicamentos, reclamamos formar parte del convenio”. Asimismo, resaltó la importancia de “que se cumplan las leyes nacionales, donde la industria (laboratorios) solo tienen que fabricar los medicamentos y no formar parte de los convenios, justamente son ellos los que fijan el precio”.

En cuanto al segundo reclamo, la presidenta del Colegio manifestó que el único lugar de dispensación de medicamentos es la farmacia: “Nos preguntamos por qué no todos los medicamentos pasan por las farmacias, que son principalmente los de alto costo, como los oncológicos”.

Sobre el tercer punto, Luján sostuvo que para que la rentabilidad de las farmacias sea acorde a la prestación, se necesitan condiciones contractuales lógicas: “El PAMI en La Plata nos retiene 16,6% del precio de venta público y eso es insostenible, por eso exigimos que las bonificaciones bajen y que los pagos se hagan en los términos del acuerdo”.

Rehenes de la puja entre PAMI y laboratorios

Desde el Colegio Profesional de La Plata advirtieron que los intereses económicos se ponen por delante de las necesidades de los afiliados y profesionales, siendo rehenes de las pujas entre PAMI y los laboratorios.

Durante la entrevista, Luján también se lamentó por la situación de los abuelos, que al igual que los farmacéuticos no tienen certezas: “Los conocemos, son vecinos de nuestros barrios, familiares, no solamente les aplicamos las vacunas antigripales y conocemos sus historias clínicas”.

Las farmacias ocupan el vacío que deja el Estado

Las siglas PAMI significan Programa de Atención Médica Integral, una obra social de jubilados y pensionados, de personas mayores de 70 años sin jubilación y de ex combatientes de Malvinas que opera en Argentina bajo el control estatal federal.

En este contexto, la falta de operatividad de PAMI genera que las farmacias sostengan la prestación de los servicios.

Luján afirmó que las farmacias no están bien plantadas en esta situación: “Adquirimos los medicamentos a través de una droguería integral, donde pagamos nuestras facturas a 15 días. Si los plazos de pago de las obras sociales no se cumplen, respondemos con nuestros patrimonios hasta donde podemos”

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