A los radicales rebeldes la situación de fondo les sirve para darle fuerza a la propia interna, que en tres semanas derivará en la elección de autoridades de la Junta Central de calle 48.

Se dijo, el tándem Sergio Panella- Fernando Gando enfrentará a los “oficialistas” Claudio Frangul y Bernardo Wasinkevich, un armado en el que también recalaron como primer y segundo convencionales provincial Marcelo Uriarte –actual presidente de la Junta- y el alfonsinista Juan José Cardozo, titular del bloque en el Concejo.

En la mesa chica del macrismo, la relación con este espacio ya se asumió como intermitentemente compleja desde hace rato. El propio Garro admitió en varias ocasiones la dificultad de consensuar estrategias comunes con los boinas blancas. “No tienen un solo interlocutor”, definió por caso en una entrevista brindada a este medio, en la que dejó de manifiesto su visión sobre la lógica fragmentaria de construir poder de los seguidores de Irigoyen y Alem.

Por eso, dan por sentado que de acá a lo que resto del año –y posiblemente hasta que el calendario electoral 2017 comience a agotarse- la tirantez seguirá como regla.

En el bloque del deliberante, por lo pronto, la palabra “unidad” se pronuncia cada vez con mayor infrecuencia. Los ediles pro-garristas de la UCR saben que ya no habrá mesas de diálogo como las que, en el primer tramo del año, todos los correligionarios mantuvieron con el alcalde en función de mantener una relativa armonía. Se desarrollaban preferentemente en el club San Luis, con foto de todos sentados en una misma mesa incluida. Pero ya son otros los tiempos.

Lo curioso es que sin distinción de banderas partidarias, la disputa interna de los miembros de Cambiemos -ya sean amarillos,“radichetas”, o “lilitos”- se da en formato de acusaciones cruzadas y altisonantes de “corrupción”, “coimas” y “mafias”, conceptos contra los que, según se llenaron la boca en la campaña pasada, se presentaban en las urnas para erradicarlos por pertenecer al manual básico de prácticas peronistas.

Así quedó al menos reflejado en las peleas que, por ejemplo, durante el año mantuvieron la edil Florencia Rollié con el presidente del Concejo, Fernando Ponce (te voy a llevar caramelos a la cárcel", le dijo), la misma edil con la titular del mercado, María José Scatollini –la más reciente-, o el Secretario General del municipio, Javier Mor Roig (Ari-CC) con el siempre problemático Sergio Panella.

Sumando apoyos

En el orden de los posicionamientos pre-electorales, la oposición peronista –que transita un proceso de desorientado ordenamiento-, se sigue moviendo al ritmo de especulaciones.

En ese aspecto, uno de los dirigentes que aparece perfilado para representar una opción hacia las urnas es el ex titular de AUBASA Gonzalo Atanasof –uno de los puntales del grupo de intendentes moderados “Esmeralda”- quien en el marco de su itinerario de trabajo sumó el respaldo del ex alakista Carlos Bonicatto, quien fuera Defensor del Pueblo por el sciolismo y se encargó de destacar “la proyección” del ex diputado provincial por Unión-Pro.

Lo hizo ante dirigentes justicialistas, referentes gremiales como Federico Bach (bancarios), Oscar Pedroza (colectiveros) y Juan Carlos Berón (taxistas), y representantes de agrupaciones de diversas localidades. Fue un encuentro que tuvo lugar en el “La Rosada”, local partidario ubicado en pleno corazón de Tolosa manejado por el ex edil Guillermo Renna.

Se estiran los plazos

En cuanto al proceso de elecciòn del Defensor Ciudadano, la novedad durante la semana fue la prolongaciòn del plazo para inscripciòn de postulantes a la terna que finalmente la comisión de Enlace deberà girar al Concejo para su posterior votación.

Hasta el momento son una veintena de insciptos y se espera que hacia fines de la pròxima semana la cifra supere los 30, cantidad similar a la de la ùltima postulaciòn, hace cuatro años, cuando hubo 34 anotados.