En ese marco, la semana que promedia incluyó, en la agenda de gobierno, la presentación del plan estratégico para la Policía Local, sistema que con poco más de 900 efectivos - se prevé incorporar nuevos 500- hasta hoy el jefe comunal pretende fortalecer para darle visibilidad a paliativos contra la inseguridad.

El garrismo es consciente de que se esfuma con el transcurrir de los días el efecto “la herencia recibida”. Mientras en la otra vereda, opositores de color peronista recogen el guante aglutinando a una tropa que incluye a brueristas, sindicalistas y kirchneristas.

“A pesar de las diferencias de estilo y agrupaciones, todos confluimos en el PJ”, dice un referente del variopinto pejotismo platense. Hace referencia al cobijo institucional que la conducción del Partido Justicialista -aún en manos del ex intendente Pablo Bruera- brinda ante la pérdida del poder real y sobre todo de la caja estatal.

En ese aspecto, la batalla por el mando de la oposición se dará en muchos aspectos en el Concejo Deliberante, donde debates mediante en el primer plenario del año ya asomó lo que con seguridad se proyectará a lo largo del cronograma legislativo: un recinto en el que la negociación y las disputas acaloradas en tono de campaña estarán a la orden del día.

El peronismo entendió a fuerza de la derrota sufrida en las urnas que no tiene otro remedio que volver a poner los pies en el barro. Visitas a entidades civiles y clubes; vecinos del centro y la periferia e instituciones intermedias, son, entre otros, objeto de recorridas instrumentadas para recobrar la confianza extraviada, aunque no haya calendario electoral en el corto plazo. “No hay otra alternativa posible, en el 2017 vuelven a mandar los votos”, razonan.

En ese aspecto, uno de los dirigentes que comenzó a visitar cada dos días las diferentes barriadas es el ex diputado y ex titular de AUBASA durante el sciolismo Gonzalo Atanasof, quien es uno de los que pregona la tónica aperturista del justicialismo y abona la teoría de la unidad para polarizar con Cambiemos.

Por otra parte, durante la semana, la convocatoria que el núcleo duro del kirchnerismo programó para defender a la ex presidenta en el inicio de su raid judicial de Comodoro Py fue la excusa ideal para volver “a la calle y la movilización”, mecanismos que se habían congelado una vez terminada la campaña 2015, y ahora, forzados por el contexto, los dirigentes que usan los dedos en “V” deben reflotar para no perder protagonismo político.

En el Concejo

La segunda sesión del Concejo, el pasado miércoles, dio una muestra del formato legislativo que se viene en la agenda de parte de la oposición. El concejal Gabriel Bruera ideó un proyecto para que clubes de barrio y sectores productivos que conforman el cordón frutihortícola gocen de una tarifa social diferenciada que amortigüe el impacto del aumento de los servicios de luz, agua y gas.

En el orden partidario, ese espacio también se logró que la referente barrial Marcela López se convierta en representante del peronismo en el Consejo Partidario. Una movida que, para algunos observadores, ofició de “compensación” o “premio consuelo” por la negativa que la ex empleada municipal afín al bruerismo obtuvo por parte de las autoridades del Concejo para ser reconocida como “mujer destacada”, hace un mes, en el marco de una sesión especial por el Día Internacional de la Mujer en la que hubo polémica por esta exclusión.

Algunos en el recinto de calle 11 se ufanan de que, a diferencia de lo que pasa en la Cámara de Diputados bonaerense y el Congreso Nacional, los bloques que representan al peronismo "trabajan en sintonía".

Vamos de paseo

Muchos se preguntaron el motivo por el que el gremialista de Camioneros y edil del Frente Renovador, Miguel Forte, pegó el faltazo a la primera sesión del año.

Aunque fue un secreto a voces a medias, trascendió que el cegetista participó junto al diputado massista Juan José Amondarain como veedor de las elecciones presidenciales que en Perú enfrentaron al fujimorismo y el liberalismo. En ese carácter también estuvo en Perú el vicepresidente primero del Concejo, Javier García.

La invitación, gestionada con éxito por los resortes institucionales de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires –donde como se sabe, el massismo tiene lapicera propia por el pacto de gobernabilidad con María Eugenia Vidal-, les ahorró a quienes pudieron ser parte de ese acto democrático la nada despreciable suma de 1500 dólares per cápita (en concepto de traslados y estadía).

En la mira

Otro de los funcionarios de la gestión comunal que también está siendo “observado” por su desempeño al frente de la subsecretaría de Gobierno es Juan Manuel Martínez Garmendia, señalado como “el máximo” responsable de la realización de fiesta trágica en la que murió la estudiante de Periodismo Jéssica Uscamayta Curi, un tema que quedó eclipsado por la agitada agenda política y ya no ocupa el lugar que merece en los medios regionales.