El almuerzo del miércoles en el club de rugby sirvió para amortiguar los impactos de este llamado de atención y le dio al intendente macrista un poco más de aire para enfrentar los próximos meses de gestión, que estarán signados por los reacomodamientos en el Gabinete, la necesidad de la puesta a punto de la vía pública en la ciudad y el inicio de las sesiones ordinarias en el Concejo.

En su rol de convocante, Garro tomó la palabra y entre otras consideraciones llamó al diálogo y el trabajo en conjunto de la fuerza que ganó las elecciones el diciembre último. “El municipio es de todos”, reiteró. También aprovechó la ocasión para despegarse de su presunta vinculación con reconocidos personajes barriales locales como los “Papupa” Córdoba y Cristian Camilieri (barra de Gimnasia, más conocido como “el Volador”), consignada en diferentes medios de la Región a raíz de la discusión por los despidos masivos de personal municipal y el conflicto de las cooperativas.

Después abrió las puertas para que intervengan los demás comensales –un total de 22-: los primeros en pronunciarse fueron justamente el presidente y vice de la Junta Central de la UCR Marcelo Uriarte y Marcelo Viñes. En sintonía, los dirigentes destacaron la preocupación del partido y de sus diferentes secciones barriales –donde radica el grueso de la militancia “boinablanca”- por los temas más importantes de la ciudad, aunque también deslizaron consideraciones de tono político y solapadas advertencias por lo que entendieron, debería ser la orientación de la gestión.

También explicitaron el alineamiento el diputado provincial Diego Rovella –quien después reforzó con un comunicado- y el edil Juan José Cardozo –presidente del bloque Cambiemos-, ambos alfonsinistas que reportan al diputado nacional Miguel Bazze. El segundo destacó la necesidad de trabaja “en equipo” en el marco del Concejo.

En representación de la Coalición Cívica – Ari, se sentaron el ex diputado y empleado de la Defensoría del Pueblo Oscar Negrelli; el secretario General del municipio Javier Mor Roig, la concejal Raquel Krakover y la dirigente Cristina Dorato.

Los aduladores

EUno de los pronunciamientos estuvo a cargo de Negrelli, quien prácticamente tiene los pies afuera del partido ya que Elisa Carrió desde hace tiempo no le atiende el teléfono. El "Bebe” pudo participar del encuentro porque tras el triunfo de Cambiemos -un rato antes también- logró achicar la distancia que lo separaba con Mor Roig, devenido en uno de los hombres fuertes del intendente. Siempre ávido en el reparto de las migajas del poder, el también ex concejal brindó un discurso que rozó la obsecuencia hacia Garro y manifestó su total respaldo hacia la gestión local.

Otro que se pronunció en sintonía similar fue el dirigente Claudio Kilanowski, ex prosecretario legislativo del bloque UCR en la Cámara de Diputados. Llamó la atención el énfasis y las reiteradas ocasiones en que pronunció la palabra “alcahuete”, lo que fue considerado un término “poco feliz” por algunos presentes. Lo hizo al manifestar la conveniencia de que se le acerquen al intendente todas las problemáticas. “Tenemos que ser alcahuetes de la gestión”, repitió una y otra vez el dirigente possista.

Los silenciosos

Entre los que se dedicaron más a comer y beber que emitir opinión estuvieron el presidente del deliberante, Fernando Ponce y el edil Julio Irurueta, quien como ya informó este medio está que trina por considerarse “mal pago” en la repartija de cargos. Incómodo durante la comida, se dice que está con un pie fuera del recinto parlamentario, donde preside la estratégica comisión de Hacienda y Presupuesto.

El ausente

También fue pre-candidato a intendente en la interna que ganó Garro y algunos testigos atribuyen su faltazo al fastidio que aún tiene porque no le ofrecieron la jugosa secretaría de Gestión Pública. Se trata del ex diputado Sergio Panella, a quien, para colmo, le avisaron del encuentro un puñado de horas antes de su realización. “Como para cumplir con el protocolo”, se oyó decir. Quien si asistió fue un hombre de su riñón: el concejal mandato cumplido Fernando Gando.

El sospechado

Quizá uno de los momentos más incómodos del cónclave se dio después de que Garro afirmara que en su gestión, no iba a tolerar “a corruptos y deshonestos”.Acto seguido, uno de los presentes aseguró que iba a transformarse en informante del intendente ante circunstanciales actos de corrupción.

Como un misil, la indirecta fue teledirigida a uno de los presentes: el consejero escolar y tesorero de esa entidad Eduardo Kechichian –visiblemente incómodo-; quien, según trascendió, hace apenas una semana le habría pedido una coima de 30 mil pesos por la contratación de un servicio a un proveedor. “Menos mal que las clases empiezan en marzo”, ironizó un observador. También estuvo sentado en la mesa el consejero José “Pepe” Salanitro.

Los emisarios

No fue al encuentro tampoco la concejal quinternista Florencia Roullié. En su lugar acudieron Roberto “Tito” Licurzi y Hugo Muguerza, quienes permanecieron en silencio en uno de los vértices de la mesa.

Otras presencias

Dieron el "sí" al convite además el ex concejal massista -ahora unibloquista- Gerardo Jazmín, el concejal Claudio "Turco" Frangul y la jefe de Gabinete municipal y colaboradora histórica de Garro, Natalia Vallejos. El integrante con cargo legislativo más elevado en la mesa fue la senadora bonaerense Pilar Ayllón.