El 16 de julio pasado, el diputado Fernando Rozas, apoderado del Partido Celeste y Blanco presidido por Francisco De Narváez, fue nombrado fiscal de Estado adjunto, como parte de un acuerdo político entre Daniel Scioli y el “Colorado”, que comprendió también la incorporación de Gustavo Ferrari como asesor General de Gobierno y de Gonzalo Atanasoff al frente de Aubasa.
El final de este pacto se conoció 72 horas antes de las elecciones generales del 25, cuando el ex Casa Tía anuncio formalmente su apoyo al candidato del FpV.
Sin embargo, en las últimas horas un grupo de personas recorrió distintas oficinas de la Municipalidad de La Plata exigiendo documentación y el estado de expedientes, algunos sensibles por la importancia de los temas que contienen.
En etapas de transición gubernamental esto no resultaría alarmante, pero lo singular es que esta delegación se presentó "apadrinada" por el fiscal de Estado adjunto, Fernando Rozas ex denarvaísta y actual sciolista.
Este involucramiento de Rozas en la futura gestión del intendente electo Julio Garro fue confirmado a NOVA por fuentes formales del PRO, que a su vez admitieron que el funcionario bonaerense integra la “mesa chica" de las nuevas autoridades municipales.
Nadie explica cómo un actual funcionario oficialista participa activamente en el "armado" del partido opositor triunfante. Habrá que llamar a Sherlock Holmes o al inspector Hércules Poirot para descifrar este enigma.
