Por María del Carmen Taborcía, especial para NOVA (*)
Estonia es una nación báltica, ubicada en el norte de Europa que desde el año 2004 forma parte de la Unión Europea. Se rige por el sistema republicano de gobierno, con un presidente elegido por cinco años por el parlamento unicameral. El Poder Ejecutivo es ejercido por el primer ministro, designado por el presidente, junto con otros 14 ministros con cartera.
El Poder Legislativo lo ejerce una Asamblea de Estado, compuesto por 101 miembros elegidos en base al sistema proporcional y el Poder Judicial, formado por tribunales de primera y segunda instancia, por encima de los cuales se halla una Corte Nacional.
Estonia, apasionada por las altas tecnologías ha impuesto el primer “e-gobierno” del mundo. El gobierno de Tallin, su capital, abolió el papel para las reuniones del Ejecutivo. Las decisiones gubernamentales, una vez aprobadas, son publicadas en internet y quedan así a disposición del público.
Desde el 2005 la comisión nacional electoral de Estonia abrió una nueva página en el desarrollo del gobierno electrónico: la votación segura en línea a través de internet se organizó a nivel nacional. Los votantes poseen un canal adicional para expresar su voto y así tener una mejor accesibilidad. Lo hacen conectándose a una página y usando la tarjeta de identidad electrónica, que se introduce en un lector. Cerca del 60 por ciento de los estonios posee una tarjeta provista de un chip y un código secreto.
A partir del año 2014 se convirtió en el primer país del planeta en ofrecer la residencia virtual. Tiene un costo monetario, pero el Estado asegura a sus ciudadanos la posibilidad de realizar cualquier trámite vía online, sea bancario, gubernamental, autorizaciones, permisos, incluso la firma digital tiene el mismo valor que la manuscrita.
Tiene una población de poco más de 1.3 millones de personas, encontrándose alfabetizada el 99,8 por ciento. Mientras Estonia sigue siendo uno de los países más pobres de la Unión Europea, el índice de popularización de internet es uno de los más elevados.
Fue la primera nación que declaró que el acceso a internet es un derecho humano básico, lo hizo en el año 2000. En Estonia nació el Skype. Es el mayor laboratorio del futuro del mundo.
(*) Abogada y Escritora
