Escrache y tensión en el Concejo: militante del PJ acusó a Garro de "chorro y borracho"
Con las gradas del Concejo Deliberante colmadas por la militancia del PRO y la Juventud Radical, que entonaban cánticos en apoyo al intendente Julio Garro y centralizaron los insultos en el concejal Gabriel Bruera, se llevó a cabo la apertura de las sesiones en el Recinto para este 2017.
Tras el puntapié inicial del presidente del Concejo Fernando Ponce y el izamiento de la bandera nacional por parte del edil del Frente Renovador José Arteaga, el jefe comunal comenzó con el discurso de apertura.
Con las adyacencias del Palacio Municipal llena de cooperativistas que apoyan la gestión y las gradas del Concejo pintadas de color amarillo y albirrojo, Garro se sentía en su salsa. Los únicos opositores eran los concejales, pero no había nadie que pueda empañar el momento, que se había transformado en un claro acto político.
Sin embargo, a los cinco minutos de haber empezado a leer su discurso, Garro se vio interrumpido por una voz. Desde el ventanal que da a la terraza, un hombre con un megáfono se hizo escuchar: “Basta de ajuste, Garro chorro, intendente borracho, gobierne para los vecinos”.
El desconcierto ganó la escena. Concejales, militantes y periodistas miraron hacia el ventanal: una sombra apenas se veía entre las banderas de la UCR, en la terraza del Recinto. El único que no dirigió la vista fue Garro, que intentó continuar con su discurso, pero nadie le prestaba atención.
Haciendo sonar los bombos y las trompetas, la tribuna hizo detener el discurso del intendente. En ese momento, Ponce se paró y desde el micrófono acusó a Gabriel Bruera: “Decile a tu yerno que dejé de hacer escándalo”.
Haciendo señas con las manos, el concejal del FpV – PJ le respondió a Ponce: “Yo no tengo nada que ver, pero en ningún momento detuviste a la tribuna que me están insultando desde que llegué”.
Cuando el hombre que hablaba desde el megáfono se movió hacia otro ventanal, se pudo observar que era Patricio Boda, militante del Partido Justicialista y cercano a los Bruera.
Todo se terminó cuando un militante de la Juventud del Pro se trepó a la cornisa del ventanal y salió hacia la terraza. Allí, nada más se pudo observar. El acto continuó como si nada hubiese sucedido: se habría producido una pelea, donde un grupo de personas sacó por la fuerza al hombre del megáfono.
