Escándalo en Pampaco de Berisso: trabajador pidió cambio de categoría y el dueño lo quiere echar
Un trabajador especializado de la empresa instalada en el Puerto de Berisso, Pampaco S.A., fue amenazado por el presidente de la firma, luego de haberle realizado un reclamo laboral ante el Ministerio de Trabajo.
Se trata de Gabriel Rossi, técnico electricista que se desempeña en la firma prestadora de servicio a la petrolera estatal YPF, quien explicó a NOVA el problema laboral que padece. Está reclamando la categoría de oficial y fue atendido por el presidente, Santiago Suárez, pero para sorpresas de muchos lo amenazó con echarlo sin indemnización.
En declaraciones a este medio, afirmó: “Tengo una antigüedad de tres años y sigo teniendo la categoría de ayudante y los trabajos que se hacen dentro de Refinería son trabajos que los hace un oficial, no un ayudante”.
“Me deben dinero y los ajustes prometidos nunca llegaron a verse plasmados en mi recibo de sueldo, entonces pedí el cambio de categoría”, detalló.
Luego de realizar el reclamo en el Ministerio de Trabajo el 27 de octubre, su empleador que se dio por no avisado de la carta documento, lo citó en las oficinas de la empresa en las afuera de La Plata, precisamente en 160 y 44, donde se planteó la cuestión de índole laboral.
“El presidente me dijo que tenía la categoría de ayudante porque no tenía aspiraciones a crecer como categoría de oficial, tenía que simplemente hacía trabajo de ayudante, cuando ningún trabajo es de ayudante dentro de la Refinería, que estaba loco”.
Por su parte, el dueño de Pampaco lo amenazó al asegurarle que iba a armar una causa contra Rossi para que lo despida “sin goce de indemnización y que iba a patear la calle hasta que no consiga trabajo”. “Te voy a poner en una lista negra”, expresó.
Ante esto y al no tener respuestas concretas también decidió desafiliarse del SUPeH Ensenada, ya que el gremio tampoco pudo resolver el caso. “Está todo oculto, nadie explica nada”.
Por último, dijo que este lunes se presentó en el lugar del trabajo a la espera de hablar con el dueño. “No me dijeron si me van a descontar el día, pero me sentí amenazado y quiero que se reconozcan mis derechos”, remató Rossi.
