El médico autopsiante aseguró que Zamorano murió por un puntazo en el estómago
Este lunes se reanudó el juicio contra Cristian Enciso, acusado de asesinar a cuchillazos al agente penitenciario Daniel Zamorano en el barrio San Carlos en noviembre del 2011.
El Tribunal Oral en lo Criminal III -integrado por los jueces Ernesto Domenech, Andrés Vitali y Santiago Paolini- escuchó al médico autopsiante Andrés Eduardo Lamotta, quien relató la posible secuencia del homicidio de Enciso contra Zamorano.
Lamotta, además explicó cuál fue el punto letal que recibió la víctima, entre las distintas heridas punzantes que sufrió. En este sentido, ante la pregunta del abogado querellante, Marcelo Peña, si podría determinar cuál había sido el punto letal, no dudó en señalar que la herida asestada en el estómago había sido mortífera.
La intención de Peña fue descartar cualquier tipo de conjeturas de la defensa de Encino sobre las causales de muerte del penitenciario, quienes podrían alegar que, por ejemplo, Zamorano podría haber muerto de un virus intrahospitalario o de otra causa.
Además, declararon vecinos y quienes trasladaron a Zamorano hasta el hospital Alejandro Korn.
El Tribunal Criminal III, citó para el próximo jueves a efectivos policiales que hicieron el acta procedimiento y los miembros de la Policía Científica que realizaron levantamientos de rastros en la escena del crimen.
El caso
Los trágicos hechos que comenzaron a ventilarse en audiencia oral y pública, en los tribunales penales de 8 y 56 de La Plata, sucedieron la noche del 5 de noviembre de 2011, frente a una peluquería de la calle 32 entre 155 bis y 156, donde se produjo una grave pelea entre varias personas, muchos de ellas integrantes de una misma familia.
La hipótesis de la Fiscalía apunta a que se trató de un crimen desatado en medio de una disputa doméstica y familiar, que finalizó con el asesinato a cuchillazos del agente penitenciario Daniel Zamorano en manos del “faenador” del Frigorífico de Gorina Cristian Enciso.
Cabe resaltar que el acusado llegó detenido al juicio a pesar de que gozaba de un arresto domiciliario. La madre de la víctima lo vio jugando al fútbol en 32 y 135 y tras llamar al 911, Enciso quedó tras las rejas.
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