Concejo Deliberante
Como si no hubiera problemas en la ciudad...

El endeudamiento con el FMI se coló en la agenda del Concejo y hubo cruces para la tribuna

Los concejales dieron su parecer sobre un tema que nada tiene que ver con las problemáticas de la ciudadanía platense. La oposición colgó carteles: "No volvamos al Fondo" (Fotos: NOVA)

Como si la política no tuviera temas importantes que resolver en favor de la ciudadanía, el grueso de los ediles platenses se prendió en una inconducente discusión sobre la conveniencia o no del préstamo que el gobierno de Mauricio Macri le va a pedir al FMI para financiar el déficit fiscal existente.

El tema se planteó a raíz de un pedido de repudio del edil de Unidad Ciudadana Gastón Castagneto, quien ponderó la autonomía económica del modelo kirchnerista y acusó al macrismo de haber pedido en dos años de gestión 60 mil millones de dólares, aumentado las tarifas y "tomar deuda para gastarla en lo que el propio FMI va a exigir". "Esto afecta la vida de la población", disparó.

El primer edil oficialista en pronunciarse fue Javier Mor Roig, quien acusó a los peronistas de "tener memoria selectiva". "Pero la historia es una sola y Argentina junto a muchos países forma parte del FMI. El propio kirchnerismo tuvo relaciones con el Fondo y hubo acuerdos en varias etapas del kirchnerismo", dijo, y aprovechó para llevar a escena en tono acusatorio al ex ministro del menemismo Economía Domingo Felipe Cavallo, promotor de políticas económicas neoliberales.

Desde el kirchnerismo el alakista Norberto "Chucho" Gómez alzó la voz y salió en defensa del gobierno del que formó parte. "Encontramos la receta para desendeudarnos y recurrir al FMI es un manotazo de ahogado; nos lleva hacia el abismo. Cada vez que usamos estos métodos nos fue mal".

Después de que el radical Raúl Abraham le ceda "por caballerosidad" la palabra, Victoria Tolosa Paz aportó lo suyo: "Las recetas del fondo sólo perjudican al pueblo. Esta no es la única solución que tenía el gobierno. Generan hambre y desocupación. ¡Pónganse en los zapatos de los que no pueden pagar las tarifas!" reclamó en tolo elevado.

Abraham habló después dirigiéndose "al vecino": "Hay una oposición que pide que no suba el dólar, que no suban las tarifas, que reduzcamos el déficit y que todo se haga sin pedir crédito. Y que todo ocurra en una provincia y un país como la que entregaron".

En tono moderador, el massista Luciano Sanguinetti llamó a la reflexión para que el cuerpo deliberativo aborde temas que tengan que ver con los problemas de la ciudad. "Es evidente que es una discusión inconducente.. Todos sabemos que es lo que pasó en el país y la sensación general es de frustración".

Desde Cambiemos el radical Claudio Frangul coincidió con la lógica expuesta por el ex decano de Periodismo. Después en tono similar habló Julio Irurueta, pero no perdió ocasión para cuestionar al peronismo. "Acá no hay ajuste, si no, no hubiera el déficit fiscal que arrastramos desde hace años. El kirchnerismo fue populista y también demagogo. Se gastó más de lo que se recaudó. Entregaron un país con 35 por ciento de inflación y 30 de pobreza", disparó, para luego dirigirse sin nombrarlo al edil Gómez: "Acá hay ediles que trabajaron en el ANSES y saben de qué hablo".

Después también hablaron, por el peronismo, Lorena Riesgo y Cristian Vander. La vicepresidenta del Concejo acusando a Cambiemos de perjudicar a los que menos tienen y el edil de Unidad Ciudadana poniéndose en defensa de sector gremial.

Antes de que el titular del cuerpo Fernando Ponce de por terminada la acalorada discusión, Castagneto volvió a referirse al funcionamiento de la comisión de seguimiento del Fondo Educativo, idea sobre la que, en carácter de responsable de ese núcleo legislativo, se sumó también Sanguinetti.

Como dato de "color", otra muestra de los ruidos políticos que sufre Cambiemos puertas adentro: se negó a aprobar sobre tablas cuatro proyectos de la radical Florencia Rollié. Se trató de un bacheo; un semáforo peatonal en la rambla de Avenida 1 y 50; nomencladores en Avenida 53 e/ 27 y 31 y un refugio peatonal en la parada de colectivos de 31 y 54.

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