Política
Disyuntivas pos electorales

El Pro en la ciudad: entre la búsqueda de identidad propia y ser furgón de cola del massismo

Pablo Bolino, Julio Irurueta, Eduardo Flores y Julio Garro, componentes de lo que quedó del macrismo en la capital bonaerense.

¿Cómo quedó parado el macrismo en la capital bonaerense? Es la pregunta que a la luz de los magros resultados electorales del PRO en la Octava sección –la lista “corta” amarilla encabezada por Julio Irurueta no superó los tres puntos porcentuales (2,86)-, muchos se hacen: sin posibilidad de matices, la respuesta es a todas luces desalentadora.

La fuerza que a nivel nacional lidera el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri dilapidó todo el capital político que supo tener: se quedó sin representación en la cámara de Diputados bonaerense –el mandato de Julio Garro caduca el 10 de diciembre- y sin banca en el Concejo. El partido que llevará en el 2015 a uno de los candidatos a presidente de la Nación no tendrá peso parlamentario en La Plata –ciudad clave en términos de posicionamiento electoral- en los próximos dos años.

Se sabe, la mayoría de sus referentes están enrolados en el massismo, espacio que con algunos rasgos del justicialismo de centro se quedó con buena parte de la identificación partidaria que supo llevar al PRO a la primera plana de la política nacional.

Es el caso puntual del mencionado Garro, que en su ya característico “juego a dos puntas”, sigue coqueteando con el Frente Renovador en la Legislatura provincial –intenta conseguir algún cargo en la estructura legislativa que responde al alcalde de Tigre en territorio bonaerense-.

Según pudo saber NOVA, el ex apoderado del partido en Provincia habría mantenido conversaciones con la vicejefa de Gobierno porteño María Eugenia Vidal con el objetivo de “resucitar” su alicaído status. Se sabe, Vidal –quien reacondicionó su figura y a hora pasó a ser “ex gordita”-, comenzó a perfilarse públicamente como candidata en la arena bonaerense. Garro tiene llegada con la sucesora institucional del ex presidente de Boca a raíz de su relación con Ramiro Tagliaferro, frustrado candidato a intendente de Morón y ex legislador provincial.

Lo cierto es que ante el crítico estado de situación en que cayó el partido de Macri, el Pro platense busca volver a perfilarse como alternativa de poder pero en la ciudad de las diagonales carece de liderazgos. “No hay a quien dejarle la herencia” se lamentan dirigentes locales.

Los casos

Como se mencionó, desde que las acciones de Garro cotizaron en baja –no pudo ser garante de la continuidad-, Irurueta se autoproclamó “el referente oficial”. Pero al edil con mandato casi vencido se lo señala como “funcional al bruerismo”. Sus detractores recuerdan que, tal como informó ese portal hace dos meses, recibió una jugosa suma de dinero –se habló de 100 mil pesos- para dar quórum en el Concejo cuando el oficialismo así lo requirió para destituir al entonces presidente del recinto, Javier Pacharotti. El edil se sentó en su banca y después se abstuvo a la hora de votar.

Se dice que el bruerismo lo utilizará en los tiempos que vienen “para sembrar discordia” en el PRO y que hasta tendría un puesto asegurado en el Ejecutivo municipal por “algunos favores hechos” en sus cuatro años de mandato.

Entre la jungla de dirigentes macristas, sin embargo se destacan algunas figuras emergentes. Es el caso del economista Pablo Bolino, uno de los candidatos a concejales que se bajó de la lista –estaba en cuarto lugar- en la recta final hacia las legislativas. “Es un cuadro político no contaminado”, lo definen quienes lo conocen de cerca.

Otro caso es del abogado Eduardo “Pitu” Flores –secundó a Irurueta en la boleta-, quien luego de su frustrado intento de recalar en el Concejo, se convirtió en “un paracaidista con destino incierto”.

Entre los que desde hace años quieren figurar, se encuentra Daniel Brichetti. Al “dirigente” oriundo de la zona norte platense bien podría caberle la consigna “persevera y triunfarás”.

Tampoco trascendió la figura de Gabriel Roulliet, cuyo único mérito es ser el cuñado de Federico Sturzenegger, actual diputado nacional y ex titular del Banco Ciudad. Roulliet sonaba como candidato seguro a una banca bonaerense pero todo ese intento terminó prácticamente en la nada.

Mejor posicionado pero mal visto por la mayoría de los dirigentes que lo conocen, está Marcelo Daletto, un alakista enrolado desde hace tiempo en el macrismo. Lo respalda su llegada al armador político y ministro Emilio Monzó. A Daletto se le atribuye junto a su jefe ser uno de los responsables directos del “fracaso bonaerense” de Macri. Los amarillos jamás pudieron hacer pie en ese estratégico territorio: un dato no menor si se tiene en cuenta que el multiempresario quiere ser presidente en el próximo turno electoral.

Otro caso: Fernando Ponce, devenido en “neomassista”. El presidente de la juventud del PRO local también intenta brillar en el estrellato macrista. Quienes lo conocen dicen que su mayor mérito en el plano político fue “garantizarle a Garro el alineamiento de algunos jóvenes” en la ciudad; y en el personal, “haber sido amante de la militante Verónica “nariz de chanchito” Babich, a quien actualmente se la relaciona con Daletto –casado y con hijos-.

Otra “figura” femenina en el debilitado armado macrista es Marina Subizar: fue “prensera” y “portadora oficial” de las tarjetas de débito que Garro administraba en conceptos de contratos en la Cámara Baja. La ex estudiante de Periodismo nacida en Corrientes pasó a “mejor vida” y se mudó a la Patagonia argentina impulsada por cuestiones “sentimentales”.

Candidato a intendente se busca

En este berenjenal, hay algunas novedades de índole estrictamente políticas que este portal pudo recoger de fuentes partidarias. Se supo que armadores con relativo peso en La Plata comenzaron a barajar alternativas para colocar un aspirante a jefe comunal dentro de dos años.

Por eso ya agarraron la regla y comenzarán a medir a posibles candidatos para disputar el principal sillón del Palacio comunal de calle 12. En febrero del 2014 comenzarán a someter a la lógica de los guarismos al ex presidente de Estudiantes, Julio Alegre, al fiscal Marcelo Romero y hasta se mencionó al jugador albirrojo Juan Sebastián “La Bruja” Verón.

“Recién después de eso vendrían los ofrecimientos”, dicen. Todo bajo la estricta costumbre macrista –emulada por el kirchnerismo y el massismo pero nacida al calor del menemismo- de invitar a personajes del deporte, la farándula y otros ámbitos al siempre sorprendente mundillo de la política.

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