Opinión
Cadena comercial

El Berkelio y el IVA

María del Carmen Taborcía, abogada y escritora.

Por María del Carmen Taborcía (*), especial para NOVA

El Berkelio es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es el Bk y su número atómico es 97. Pertenece a la serie de los actínidos y elementos transuránicos. Su nombre es un homenaje a la ciudad de Berkeley, California, donde se encuentra el Laboratorio de Radiación, en el cual fue descubierto en el año 1949.

El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es una carga fiscal sobre el consumo, es decir, financiado por el consumidor. Es indirecto, percibido por el Estado a través del vendedor en el momento de toda transacción comercial –transferencia de bienes o prestación de servicios-.

En la cadena comercial, los vendedores tienen derecho a reembolsarse el IVA; los consumidores finales tienen la obligación de pagarlo, sin derecho a reembolso.

Con cada producto que compramos para alimentarnos, por ejemplo, estamos pagando su precio más el IVA. Quiere decir que el derecho a la alimentación, básico y esencial para la subsistencia del individuo, tiene un costo muy alto, parte del cual va al fisco.

Tantos Tratados, Pactos, Convenciones y Declaraciones Internacionales, Cartas Magnas, Leyes, instrumentos que establecen el derecho humano fundamental a estar protegido contra el hambre y el derecho a una alimentación digna, y pese a todos ellos, debemos, coactivamente, pagarle un impuesto al Estado para poder comer. Son los daños colaterales por vivir en sociedad que nos acostumbramos a naturalizar.

Dicen por ahí que: “En este mundo nada es seguro más que la muerte y los impuestos”. Es así como el Berkelio y el IVA, se me antojan similares. Ambos no se dan en la naturaleza, no se encuentran en la corteza terrestre, son creaciones humanas, nacidas de las ciencias. El primero se prepara por reacciones nucleares, el segundo, algo parecido, y siempre manejados por expertos.

El Bk es altamente nocivo para la salud, por su radioactividad. El IVA es un gravamen regresivo, dado que posee mayor poder de daño sobre la población económicamente menos dotada.

Las consecuencias de la exposición al Berkelio y al IVA se acumulan durante vidas y generaciones, causando estragos en la salud.

(*) Abogada y escritora

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