Opinión
Otro fenómeno psicológico

Efecto espectador

María del Carmen Taborcía, abogada y escritora.

Por María del Carmen Taborcía (*), especial para NOVA

Se trata de un fenómeno psicológico por el cual es menos probable que alguien intervenga en una situación de emergencia cuando hay más personas que cuando se está solo.

La explicación más común es que, con otros presentes, los observadores asumen que otro intervendrá, y todos se abstienen de hacerlo. La gente puede también asumir que habrá alguien más preparado para ayudar como un médico o un policía y pensar por lo tanto que su intervención sería innecesaria.

Al monitorear las reacciones de los demás, y ver la inacción de todos, concluye que la ayuda no resulta necesaria; es lo que podría ser un ejemplo de ignorancia colectiva.

El nombre de este efecto surgió a raíz de un asesinato que se produjo en el año 1964 en Estados Unidos, cuando una mujer llamada Kitty Genovesefue apuñalada enfrente de su departamento a plena luz del día, parece ser que ella empezó a gritar pidiendo infructuosamente ayuda. El atacante se dio a la fuga, pero al cabo de 10 minutos volvió al lugar encontrando a Kitty tratando de llegar a la puerta de su edificio, aprovechando para matarla y no dejar un posible testigo.

El hecho pudo haberse magnificado por los medios sensacionalistas, pero lo cierto es que hubo testigos que no intervinieron y que hubo alguien que llamó a la policía, pero no se hizo presente ni se dio a conocer.

Por este caso, el efecto espectador se conoce también como síndrome Genovese. Pero decir que una persona que es parte de una muchedumbre no reacciona o es indiferente frente a una emergencia, sería una simplificación, dado que existen un sinnúmero de factores involucrados como la cultura, las leyes, el entorno y variables personales.

También influye la percepción que el espectador tiene de la víctima: juicios morales (si la víctima merece o no la ayuda), la competencia personal (si no sé nada de primeros auxilios, no puedo ayudar en una emergencia médica, por ejemplo) y la relación del espectador con la víctima (es más probable que ayude de inmediato si la víctima es conocida).

Según explican los psicólogos, la principal causa para no actuar, es la difusión de la responsabilidad. Existen numerosos experimentos de psicología social que nos amplían el campo de visión y lo aplican en otros contextos.

Llevadas estas características de apatía, desinterés y pasividad a la arena de la política nacional actual, ¿estaremos padeciendo el síndrome Genovese?

(*) Abogada y escritora

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