La médica que lo atiende es la médica de la guardia, la Dra. Bárbara Reina Marina, y según relató la familia, el señor se retorcía en la camilla. En ese momento pidieron que venga un cardiólogo -el servicio de cardiología está a 20 metros de la guardia- la médica se negó a llamar al cardiólogo.

Ante esta respuesta pidieron hablar con el jefe del servicio de la sala de emergencias, pero le dicen que no se encuentra en el hospital, algo atípico ya que el jefe de servicio de emergencias cuando son horas de la noche, o sea después de las 19 hs, es la autoridad máxima del hospital.

De esta forma la Dra. Marina envía al paciente de vuelta a la casa con un diagnóstico de contractura muscular y le indica dos antiinflamatorios. Obviamente el señor Lizana Peralta, con todos los dolores, se acuesta en su cama, toma los antiinflamatorios y se duerme.

Al día siguiente se despierta a las ocho de la mañana y a las 8:30 hs muere. Hugo Humberto Lizana Peralta tenía 52 años y dejó a tres hijos de 8, 9 y 10 años.

El abogado Saúl Lipskier, asesor legal de la familia Lizana Peralta, presentó una demanda– que está radicada en el Juzgado N° 23 de La Plata- contra la Dra. Bárbara Reina Marina, al Jefe de la Sala de Guardia de Emergencias médicas del Hospital Italiano de La Plata (a individualizar), al director Médico del hospital Italiano de La Plata, el Dr. Roberto Martínez y/o quien lo reemplace en el cargo y al hospital Italiano de La Plata y a la Asociación de Socorros Mutuos y Beneficencias con extensión a su Presidente Francisco Mandolín y/o quien resulte su reemplazante.

“Al principio la esposa de Lizana Peralta estaba muy dolorida no quería hacer nada, Hugo era un señor que se dedicaba mucho a estudiar, además de trabajar, era fotógrafo profesional, además trabajaba administrativo en un comercio y era docente del colegio San Luis, tenía una actividad múltiple”, narró Lipskier a NOVA.

“Cuando hicieron el duelo, se contactan conmigo, yo empiezo a investigar un poco cómo fueron las cosas y llegó a una acción que se llama Diligencias Preliminares y secuestro el legajo de la médica y oh sorpresa la médica tenía once meses de recibida, siete meses que había jurado como médica y no es una médica de planta, es una becaria, es lo que en la jerga médica se llama un fellow”, contó.

Y explicó: “El fellow es un médico recién recibido que le pagan una cuota para que estudie y le dan en este caso $500 por práctica y tiene que pasar por todos los ámbitos del hospital, o sea está un mes en la guardia, un mes en clínica, un mes en cardiología, para que después entre como médico residente para hacer la especialidad que le interese”.

Para Lipskier “el caso es grave, no solamente por el hecho de la muerte del esposo de mi clienta, sino por la manera que se maneja el hospital Italiano. Incluso me parece que el propio administrador hizo una denuncia contra el directorio de la Asociación de Socorros Mutuos por las anomalías que hay dentro del hospital, el cual está muy comprometido, el Presidente, el Director Médico y ni que hablar del Jefe de Guardia. Jefe de guardia que hasta hoy no pudimos saber quién es porque la Dirección del hospital no responde las requisitorias del juzgado”, aseguró a NOVA.

Para Lipskier todo esto sucedió “por impericia”: “En el contrato de Fellow consta claramente cuáles son las obligaciones del médico de guardia, en este caso era la Dra. Marina, esta facultativa que a tendió al esposo de mi cliente, faltó al cumplimiento de sus deberes profesionales y al de su juramento hipocrático. Si ella se hubiese ajustado a las normas médicas, que son normas internacionales, seguramente este hombre hubiese podido estar hoy entre nosotros”, finalizó.