Política
Alergia al pico y la pala en la sede de Avenida 44

De trabajo ni hablar: cientos de "obreros" de la Uocra acampan sin razón en el centro platense

Malestar de vecinos de Avenida 44 entre 4 y 5 a causa de las "ranchadas" de los muchachos de la Uocra. (Foto: NOVA).

Como si fueran centinelas que defienden una posición militar, los muchachos están allí. Sea la hora que sea, ocupan sus posiciones a lo largo de Avenida 44 entre 4 y 5. Con botellas que pasan de mano en mano, acampan en las veredas aledañas a la sede de la UOCRA y, por momentos, cortan la calle sin razón.

Los soldados de Juan Pablo “Pata” Medina, secretario general del gremio de la construcción en La Plata, no tienen callos en las manos. Obnubilados por el poder de su referente, idolatran y respetan todas las decisiones de un sindicalista que logra disminuir el trabajo y aumentar los haberes de sus afiliados.

El malestar de los vecinos y transeúntes de la mencionada región céntrica arrastra varios años: “La verdad que me quiero mudar hace tiempo. Están todo el día chupando, orinan en la calle y son maleducados”, aseguró a NOVA una señora que vive enfrente al edificio que luce los bultos de Eva Duarte y Juan Domingo Perón en su entrada.

Asimismo, desde la dirección del colegio Misericordia se hizo notar que las puertas del establecimiento son cada mañana "un tendal de ropa interior, botellas y otros objetos por el estilo".

Avenida 44 es tierra de nadie, o mejor dicho es tierra de los “obreros” sin trabajo de la Uocra. “De un momento a otro cruzan sus motos y autos en las esquinas para cortar el tránsito. Lo peor de todo es que no reclaman nada, lo hacen porque sí”, disparó un taxista a este portal.

A pesar de los graves problemas de tráfico que atraviesa la ciudad de las diagonales en el centro, desde el gremio de la construcción se dan el lujo de entorpecer el tránsito para continuar con su “ranchada” sobre el asfalto.

Los vecinos han tenido reuniones con funcionarios municipales, comisarios de la Primera y Segunda, jefes distritales y departamentales, pero las respuestas quedan en promesas aisladas: “Ni los gobernantes ni las fuerzas pudieron jamás enfrentarse a esta mafia”, sostuvo un histórico vecino de la zona.

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