Cooperativistas municipales acatan un paro por tiempo indeterminado y exigen el anunciado aumento
Por Isaac Quispe Rojas de la redacción de NOVA
Desde las primeras horas de este lunes 25 de marzo, los cooperativistas de limpieza de Melchor Romero iniciaron un paro por tiempo indeterminado para exigir el anunciado aumento prometido por las autoridades Municipales. La medida fue acompañada con un corte de calle y una protesta en las puertas de la delegación.
En Romero hay entre de 65 y 70 cooperativistas divididos en los turnos mañana y tarde. Laburan de lunes a sábado, cuatro horas todos los días. Por esa contraprestación perciben un salario de 5.200 pesos mensuales, que está congelado desde hace tiempo. Y, más de las veces, los pagos se hacen entre el 16 y 19 de cada mes.
Mariano, cooperativista de Romero, le aseguró a NOVA, "hace más de 8 meses que no recibimos el aumento que nos prometieron" y fue anunciado por el intendente Julio Garro "que era del 16 por ciento en tres tramos". El 10 por ciento en diciembre, tres por ciento en enero y otro 3 por ciento en marzo, pero hasta ahora no se vio ni un peso de más.
Pese al reclamo, las autoridades municipales hacen oídos sordos. Frente a la falta de respuestas, los trabajadores "estamos desesperados, no sabemos qué hacer porque las cosas aumentan", exclamó Mariano, que añadió que lo único que les queda es "hacer un poco de ruido para que se escuche lo que estamos reclamando".
Si bien el delegado municipal, Fabián Perunetti, no tiene autoridad sobre el asunto, si comunica las amenazas. "Si seguimos con el paro, nos van a descontar los días", denuncian los trabajadores. El tema depende de los funcionarios Nelson Marino y Oscar Negrelli, pero no dan señales de diálogo.
Mientras tanto, los cooperativistas tienen previsto reunirse con sus compañeros de las delegaciones de Los Hornos y San Carlos, que tienen las mismas demandas. En asamblea evaluarán si este martes cortan la avenida 520 o si van a las puertas de la Municipalidad.
Los cooperativistas de limpieza no quieren perder el trabajo, porque para muchos es el único ingreso en el hogar. "Uno no le puede estar diciendo al hijo 'me echaron del trabajo'", aseveró Mariano y concluyó: "Uno aguantó, aguantó, pero ya no se puede aguantar más porque la plata no alcanza".
