Opinión
La inflación continúa y el peso pierde valor

Cepo indirecto o encubierto

María del Carmen Taborcía, abogada y escritora.

Por María del Carmen Taborcía (*), especial para NOVA

El cepo es un artefacto ideado para sujetar, retener o inmovilizar personas, animales u objetos. En otras épocas se usaba una forma de cepo como instrumento de tortura, en el que la víctima quedaba impedida de mover sus manos y pies.

También está el cepo de caza, mediante el cual el animal queda preso por alguna de sus extremidades sin causarle la muerte. El cepo aplicado en los automóviles, para protegerlo de posibles robos o como agravamiento de una sanción de tráfico.

El cepo, conocido como alcancías o huchas, utilizado para vencer los momentos de debilidad ahorrativa, ya que facilita la introducción de las monedas ahorradas y al mismo tiempo impide o dificulta su extracción.

El cepo cambiario surgido en nuestro país en el año 2011, ante el incremento en la llamada fuga de capitales, es decir, la compra de dólares por parte de familias y empresas, consistente en medidas oficiales, restrictivas, con el objetivo de evitar esa adquisición.

Para poder acceder a dicha compra se debía solicitar previamente la autorización de la AFIP, agencia recaudadora de impuestos. Aunque no solamente se limitó al dólar, sino que se extendió a cualquier otra moneda extranjera. En la práctica un gran porcentaje de la población quedó afuera de tener esa opción.

Que puedo decir, para explicar por qué un argentino destina una parte de sus ahorros para comprar una divisa externa, es obvio que por la desconfianza y la devaluación perpetua de nuestra moneda.

Desconfianza que se abre en un abanico de razones por las que hemos atravesado, y seguimos haciéndolo. La inflación continúa y el peso pierde valor.

El aumento del costo del dólar viene siendo desde hace un año, estruendoso, aproximadamente y en números redondos 60 por ciento. Sumado a las subas de tarifas, tasas, impuestos y precios, ha hecho que el poder adquisitivo baje, y por lo tanto la capacidad ahorrativa también.

El resguardo clásico y rápido para pequeños ahorristas ya casi no será viable. Es un cepo indirecto, o encubierto. Ya lo dicen numerosos economistas: el FMI no va a prestar dólares para que la gente viaje o los guarde en el colchón.

Las libertades se restringen para muchos y quedarán para unos pocos. No está de más recordar el pensamiento de George Bernard Shaw: “Los políticos y los pañales se deben cambiar a menudo… y por los mismos motivos”.

(*) Abogada y Escritora

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