Carta pública a Carolina Píparo para construir una propuesta sobre niñez y adolescencia
Por Guillermo Escudero (*), especial para NOVA
La preocupación por la situación de los niños y adolescentes en riesgo o vulnerables tiene que ser una cuestión de Estado que esté más allá de las banderías políticas. Es un tema que debe unirnos a todos y hasta puede ser un gran paso para achicar la brecha de la grieta que hoy está abierta en nuestra sociedad.
Vi con mucha alegría que nos interesen asuntos tan importantes como éste y me gustaría que presentemos un proyecto juntos. De no ser posible, al menos, quisiera contarte en primera persona lo que sé del tema y las propuestas que tengo para llevar a la cámara. También, conocer las tuyas y aprender todo lo necesario para abordar un tema tan relevante como el de los niños, niñas y adolescentes en riesgo o vulnerables.
La baja de la edad de imputabilidad genera más inseguridad. El 85 por ciento de los jóvenes en conflicto con la ley penal devienen del abandono y la violencia familiar. Y el 90 por ciento de los jóvenes judicializados reinciden y terminan entrando y saliendo de los penales una vez que alcanzan la mayoría de edad.
Propongo entonces poner todos los esfuerzos en lo que prevé la Ley de Promoción y Protección de los Derechos de los niños, niñas y adolescentes. Allí, se pone el acento en los servicios zonales que son los encargados de trabajar apenas se inician los problemas familiares, escolares o sociales.
En nuestra ciudad fundamos diez servicios y faltaban crear algunos más. Los especialistas dicen que se necesitan por lo menos, otros cuatro. En ocho años, atendimos con esa modalidad más de 10 mil casos. Muchos de éstos con muy buenos resultados. Otros no tanto. Pero sí es una experiencia que en el marco de la Ley Nº 13.298 de Promoción y Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes respaldada por UNICEF, dio mejores resultados que los anteriores a la ley y a los actuales.
Esta política puede ayudar a evitar que los jóvenes entren en conflicto con la ley.
Hoy, los servicios se han reducido y se ha variado la política de prevención por la judicialización. Los resultados están a la vista: los jóvenes en conflicto tomaron las calles pidiendo como nunca antes, los viernes volvieron a ser una avalancha de robos, ataques y peleas. Ya no se ven los operadores de calle y se cerraron los polideportivos donde se trabajaba denodadamente con los pibes. En los barrios, no hay espacios de contención, ni tratamiento para jóvenes con adicciones y que protagonizan hechos de violencia. No era la panacea. Faltaba mucho más, pero era un camino cierto con resultados. Hoy se retrocedió y la solución está más cerca de mejorar esa política de promoción y protección de derechos que de la baja de la imputabilidad.
(*) Candidato a diputado provincial por Unidad Ciudadana de la octava sección electoral.
