En el primer caso, los rumores y versiones que inundaron los corrillos apuntaron a un encuentro –desmentido por algunos, asumido como tal por otros- entre la ex concejal y el intendente de Tigre, Sergio Massa, donde el diputado nacional la habría "sondeado" –encuestas en mano que la ubican bien posicionada mediante- convertirse en su candidata a jefa comunal para destronar al intendente Pablo Bruera, primo de la legisladora que desde hace tiempo comenzó a ganarse un lugar en la economía visual de la ciudad a través de la pegatina de carteles en la vía pública.

En el Palacio Municipal de calle 12 la especie no cayó para nada bien. Algunos reconocen la distancia que la blonda mantiene con la plana mayor del oficialismo platense, pero descartan de plano que pase a jugar para el massismo, espacio donde a raíz de novedades también surgidas esta semana, Massa habría bajado la línea de no permitir más de “dos o tres” aspirantes a la intendencia para disputar las PASO.

Se sabe, en la Octava, los nombres sobran: el edil José Arteaga –cabeza de la lista distrital en el turno electivo pasado-, el armador Carlos Melzi –ganó la minoría y pudo colar al concejal Gerardo Jazmín-, el concejal Oscar Vaudagna –siempre se anota-; el ex bruerista Javier Pacharotti –su “Hay Equipo” se convirtió en un clásico- y el militante tolosano Marcelo “Chuby” Leguizamón –apadrinado por el operador nacional Raúl Pérez-, son parte del menú de la carta massista de cara al 2015.

La eventual irrupción de Amendolara en el elenco renovador dejaría a varios sin aire para disputar espacios de poder –se renueva media composición (12 ediles) del Concejo y tres cupos en el Senado bonaerense-: la dirigente, junto al propio Pacharotti –dos brueristas últimamente distanciados del riñón-, son casualmente dos de los nombres más instalados en el electorado platense.

El caso de un radical "caído en desgracia"

El caso de Panella refleja el agotamiento del ciclo partidario del ex legislador pero a la vez la certeza de que es otro de los dirigentes más instalados desde hace tiempo en la capital bonaerense. Su nombre se vio involucrado en los últimos días en negociaciones con el macrismo con miras a convertirse en posible pre-candidato a intendente por el PRO.

La intendencia es un anhelo hartamente postergado por el ex diputado bonaerense, que hace pocas semanas perdió las riendas del partido en La Plata en manos de un armado integrado por el alfonsinismo y el storanismo, que lo superó por poco más de 700 votos.

La hipótesis coincide con el proceso de reposicionamiento que el partido de Mauricio Macri viene desarrollando en distritos donde perdió representatividad legislativa –en la ciudad caducaron en diciembre los mandatos de Julio Garro en Diputados y Julio Irurueta en el Concejo-, y escasea de candidatos a la intendencia.

El ex presidente de Boca tanteó sin éxito a actores locales como el ahora mandamás del club Estudiantes, Juan Sebastián Verón, el empresario Claudio Moretto y el Juez en lo Contencioso Administrativo Luis Arias.

La inminencia de un acuerdo entre Panella y el macrismo no hace más que formalizar la ruptura que la UCR local intenta disimular en “unidad” bajo algunas endebles formas institucionales, como el reparto de cargos en la Junta Central y algunos pactos espurios de "no agresión".

La oficialización del denominado espacio “P + M” provocaría también una ruptura en el flamante interbloque Frente Amplio UNEN en el Concejo, que tiene representación del GEN, el socialismo, y el radicalismo. Panella cuenta con un delfín propio en el recinto: el concejal Fernando Gando. El otro radical es el alfonsinista Juanjo Cardozo.