Política
El escenario político

Bruera rumbo al 2015: ¿Jugará con Massa, Scioli o volverá a refugiarse en el kirchnerismo?

El intendente de La Plata podría ir por su tercer mandato o dejar un “heredero”. Otra incógnita es con qué candidato a la Rosada jugará.

Las incógnitas e hipótesis están plantadas desde hace un tiempo en los corrillos políticos de la ciudad, donde a pesar de que en las últimas semanas afloraron temas judiciales que relegaron la agenda política y de gestión, la cuestión electoral está a la orden del día.

¿Intentará el intendente Pablo Bruera repetir un nuevo mandato en el 2015? ¿Dejará en manos de algún delfín propio esa posibilidad para darle continuidad a su proyecto? ¿Buscará mejor suerte en algún cargo legislativo en el Congreso o recalar en un ministerio nacional?

Los esbozos de respuestas a estas preguntas estarán supeditados en gran medida a la estrategia que utilice el alcalde local y sus operadores políticos. Pero el rompecabezas en el que hoy se constituyó el justicialismo tiene implicancias directas en el escenario platense, con versiones como el ultrakirchnerismo, el sciolismo y el massismo como espacios con mayores posibilidades de alcanzar o retener el poder en el camino hacia la Casa Rosada.

Según pudo saber este portal de fuentes partidarias –y tal como fue proyectado en varias ocasiones- la posibilidad de que el oficialismo municipal se convierta en aliado del massismo recobra fuerzas y es sostenida por conocedores de los movimientos del Palacio Municipal. De hecho, en las segundas y terceras líneas del bruerismo, muchos funcionarios y dirigentes ya tantean el terreno para estar preparados ante una posible alianza. “La realidad es que el kirchnerismo está en retirada y hoy Scioli o Massa son las opciones que hay” reflexionan no sin razón.

Es de público conocimiento la sintonía personal de Sergio Massa con Pablo Bruera. Su acercamiento se consolidó en aquel recordado “Grupo de los 8” y a pesar de la suerte que corrió el futuro político de casa uno desde entonces, el canal de diálogo nunca se cortó.

Hay un dato paradójico que alimenta las suspicacias: en La Plata, el Frente Renovador es a la vez el único espacio capaz de arrebatarle el poder al oficialismo –así quedó demostrado en los comicios del 2013- y una fuerza que aglutina a un puñado de dirigentes que aspiran a la intendencia pero sus nombres no llegan a calar en el ideario vecinal –al menos así lo demuestran los sondeos extraoficiales-. “Por eso salieron a instalar imagen casi un año y medio antes de las elecciones”, aseguró un conocedor de estos menesteres.

En la fila para competir en las próximas PASO suenan varios: José Arteaga, Oscar Vaudagna y Javier Pacharotti son algunos. Pero ninguno llega con línea directa a Tigre sin necesitar de intermediarios.

Los caminos que conducen a Scioli

Para algunos es un “plan B” solapado, más bien un plan A circunstancial: en el último par de años, la relación del bruerismo con la gestión bonaerense de Daniel Scioli fue retomando su cauce –hubo alejamientos y cercanía según la coyuntura desde que Bruera llegó al poder, en 2007-.

“Las fotos” del jefe comunal o de su hermano Gabriel Bruera, el posible sucesor, en actos de gestión junto a Scioli –la mal llamada reinauguración de la bajada de la autopista Buenos Aires-La Plata en Villa Elisa, la visita del gobernador a la Escuela de Policía Local, por mencionar algunas recientes-, son vistas como algo más que imágenes institucionales de gestión.

Por otro lado, la administración bonaerense fue refugio de un cuestionado funcionario municipal: hace casi dos años, pasó a refugiarse -para luego ser expulsado por manejos confusos de fondos- en la administración del Hipódromo el secretario General Mario Rodríguez. En la semana que pasó, la versión de que el hermano menor del jefe comunal, Mariano Bruera, pase a estar a cargo del Anfitriato del Bosque bajo la órbita del Instituto Cultural cobró fuerza.

Podría pesar una cuestión de “necesidad mutua” en tren de pensar en una eventual alianza. Llamativamente Scioli no tiene concejales propios en el Concejo Deliberante. Tampoco un pre-candidato a intendente –a excepción de Gonzalo Atanasof, ex diputado por el denarvaísmo y titular de AUBASA- en la estratégica Octava Sección.

Bruera, por su parte, necesita de una referencia política nacional que le ayude a seguir controlando las riendas de la ciudad y de una vez “sacar los pies del plato” del kirchnerismo, espacio con el también tuvo una relación pendular que le valió la desconfianza de "pinguinos" de paladar negro, aunque no obstante consiguió jugar en varias elecciones con el sello oficial del FPV, espacio en el que crece como aspirante a Balcarce 50 la figura del ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo.

Las cartas no están echadas ni mucho menos. En el marco del adelantamiento de los tiempos electorales, el juego de las conveniencias recién comenzó.

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