Brandsen
Debate desvirtuado

Brandsen: inseguridad deliberativa

El abordaje de un tema de creciente preocupación para los brandseños como lo es la seguridad no escapó a la penosa dinámica del Concejo Deliberante, donde, entre chicanas y peleas, poco se puede sacar en limpio.

Por Damián Belastegui, corresponsal de NOVA en Brandsen

A pesar de ser por lejos la más conocida, no sólo existe la inseguridad ligada al incremento de los hechos delictivos. También, el término inseguridad puede estar asociado a acciones aplicadas en materia vial, laboral, informática, entre otras. Aunque luego de observarse algunos pasajes del debate suscitado en el Concejo Deliberante de Brandsen el último lunes, también podría empezar a contemplarse otro tipo de inseguridad: la deliberativa.

Y es que, en un contexto de recientes sesiones donde muchos puntos de relevancia para la comunidad se diluyen en chicanas políticas mayormente fogoneadas por el oficialismo, el abordaje de un tema de extrema y creciente preocupación para la comunidad brandseña como lo es la seguridad no escapó a esta penosa dinámica donde poco se puede sacar en limpio.

El disparador fue el proyecto de Decreto para convocar a una nueva sesión del Consejo Municipal de Seguridad para el 28 de octubre a las 19.30 horas en el recinto del deliberativo y teniendo como orden del día conocer el estado de situación del parque automotor policial, actualidad de la planta policial del distrito, las acciones a seguir en el marco del sistema de prevención del delito, elaboración de estrategias de gestión ante los organismos pertinentes e intercambio de información sobre acontecimientos de público conocimiento.

Cabe recordar que el Consejo Municipal de Seguridad es un organismo recientemente creado por Ordenanza a partir de un proyecto impulsado por el bloque radical para que, dentro de ese ámbito, representantes de diversas áreas ligadas a la Seguridad, intercambien visiones y realicen proyectos.

Lejos de la aprobación expeditiva de la fecha fijada para que el mencionado organismo sesiones, una observación sobre la dinámica del mismo originó que se desmadre la discusión. Todo arrancó con la propuesta del concejal oficialista, José González, quien pidió modificar la reglamentación de las reuniones del Consejo de Seguridad para que todos los concejales, y no sólo los presidentes de bloque, puedan hablar.

Ante esa solicitud, el jefe de bancada radical, Daniel Cappelletti, remarcó que “la idea es que los presidentes lleven la voz de su bloque” para ordenar el debate y apelando a generar un consenso para sacar una resolución, al tiempo que advirtió “la necesidad de exigir al Ministerio de Seguridad mayor cantidad de personal y equipamiento para el distrito de Brandsen”.

Por su parte, el jefe de bancada massista, Marcelo Giovannone, afirmó que “nos parece bien el planteo del Frente para la Victoria” pero que se tendría que haber dado en el ámbito de las comisiones. Asimismo, al observar la postura crítica del bloque oficial para con el ámbito creado recientemente, remarcó: “Parece que les molestara que se convoque al Consejo de Seguridad”.

Debate abierto y desviado

No parecía quedar mucha más tela para cortar. Sin embargo, la concejal Laura Cañete pidió, apelando al nuevo Reglamento Interno, que se declare abierto el debate para que el mismo no se acote a sólo una intervención por concejal. Concedido el debate abierto, quien tomó la posta fue José González, pero buena parte de su intervención no fue para ahondar en temas relativos a la seguridad, razón por la cual su bloque pidió seguir debatiendo (aunque no se ajustaba al punto en cuestión), sino para hablar de la supuesta “confabulación histórica” de la UCR y el massismo local, chicaneando a Giovannone, al rotular su discurso de “preelectoral”, y enmarcándolo dentro de los dirigentes que, despectivamente, rotuló como “librepensadores” que van de un espacio a otro.

En la misma línea, y tras pedir que los bloques del massismo y la UCR presenten “propuestas concretas” y que no se vendan “espejitos de colores”, González desafió a la mayoría opositora en el recinto a que deroguen la Policía Comunal “si no la quieren”, cerrando su alocución fustigando al Consejo Municipal de Seguridad al citar una frase de Perón: “Si querés que algo no funcione, creá una comisión”, por lo cual pidió “decisiones “y no “diagnósticos”.

Marcadamente molesto, Giovannone cuestionó que el edil oficialista tilde a la oposición de vender espejitos de colores, remarcando que “no está mal que pidamos” qué es lo que se hace con los 3.6 millones de pesos presupuestados para Seguridad, al tiempo que aclaró: “Tenemos mayoría pero no los dos tercios para derogar una Ordenanza”, subrayando que desde el bloque oficial “llevan todo al barro”, generando un “debate estéril”.

Por su parte, y al pedir “aportes” de la oposición, el concejal oficialista Marcelo Castillo observó la necesidad de contener e integrar a aquellos jóvenes “de carácter extrovertido”, a la vez que hizo foco en analizar las características propias de Brandsen para accionar en consecuencia contra el delito. Como ejemplo de ello, detalló: “No tenemos vida nocturna, por lo tanto la ciudad a la noche está desierta, por eso fue una buena medida que los barrenderos anden a la noche, porque por lo menos alguien anda, porque si están las calles vacías es una zona propensa a delincuentes”.

Consenso, no panfleto

Desde el bloque radical, el concejal Antonio Marra (h) defendió la dinámica del Consejo Municipal de Seguridad, a la vez que consideró que, de los temas a abordar en ese ámbito, se pretende “llegar a una propuesta que tenga consenso”, agregando que “la política de Estado si no tiene contenido es un panfleto”.

Por esa razón, el edil de la UCR apuntó contra la postura del oficialismo: “No se puede estar jodiendo acá con que ‘deroguen la Ordenanza si no les gusta’ porque eso va directamente en contra del consenso que estamos proponiendo desde la oposición y sería también panfletario e irrespetuoso con la gente porque aunque nosotros pudiéramos derogar la Ordenanza de Policía Comunal, sería panfletario porque sabemos que del otro lado se va a vetar y le sacamos total seriedad a la cuestión de la discusión real, de fondo, la de cómo se maneja la seguridad en nuestro distrito”.

Asimismo, deslizó que detrás del cuestionamiento del oficialismo para con el Consejo de Seguridad impulsado por el radicalismo está “repartir las responsabilidades” de la seguridad, y que a este nuevo ámbito “se lo está no sólo bastardeando sino también intentándolo hacer fracasar”. Insistiendo en su postura, José González volvió a intervenir para volver a pedir propuestas, “si no, nos quedamos con la retórica y con esos discursos con buena dialéctica”.

Extrema tensión y apercibimiento

Ante eso, desde el massismo, el edil Daniel Caraballo replicó esos pedidos de propuestas del oficialismo, afirmando que su espacio tiene un programa detallado al respecto, aunque recordó que el que está gobernando es el Frente para la Victoria. Y se preguntó ante las declaraciones de Castillo: “¿Saben los barrenderos que se transformaron en agentes de seguridad?”. Esto generó la ira de Castillo, quien le gritó a Caraballo “¡No seas ignorante!”, entre otras vociferaciones, siendo una actitud que generó que desde la bancada del FR se haga una moción de orden, haciendo que aperciban al edil oficialista.

La tensión se impregnó en cada rincón del recinto y se podía retratar en el rostro de furia de Castillo en tanto, ya apercibido, seguía escuchando a Caraballo remarcando: “cómo van a saber (los concejales del FpV) lo que dice la gente si uno no vive en Brandsen y otro no está casi nunca”, en clara alusión al propio Castillo (quien actualmente reside en Chascomús) y a José González (quién, por su rol como titular de Buenos Aires Gas S.A, no se lo suele ver en la ciudad). Previo a pedir cerrar el debate, Caraballo afirmó que, en materia de seguridad, “si no tenemos un diagnóstico, no sabemos por dónde atacar el problema”.

Finalmente, el punto en cuestión, la convocatoria a sesionar del Consejo de Seguridad, fue aprobado por unanimidad, pero quedó el sabor de que, no sólo es inseguro el debate, al dar la sensación de que las cosas pueden pasar a mayores entre los ediles, sino que, en ese contexto, es escasa la seguridad que se puede garantizar de llegar a una iniciativa sólida y conjunta que contribuya a revertir la preocupante situación de crecientes hechos delictivos.

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