Los argumentos esgrimidos desde el bloque oficialista fueron en línea con aquellos vertidos al momento de defender los anteriores aumentos, haciéndose foco en el hecho de poder sostener los servicios y no “desfinanciar” la municipalidad, intentando también amparar la nueva “aplicación” a los vecinos con el acuerdo en paritarias que se hizo con los empleados municipales meses atrás, el cual fue precisamente el motivo más remarcado para realizar la última suba en junio.

Desde la oposición, cuestionaron que, a pesar de haberse aprobado tres aumentos a la actual administración (acumulando entre todos más de 200 por ciento de incremento), no hay una retribución adecuada en materia de servicios, al tiempo que se alimenta una pesada estructura de funcionarios municipales y no se mejoran los niveles de recaudación, por lo que, se estaría cayendo con otro aumento a la misma masa de contribuyentes que paga, y que hoy representa apenas el 42 por ciento del total.

Vale señalar que, más allá que desde el oficialismo municipal se señaló que el aumento de tasas que intentaban sancionar era del orden del 30 por ciento, esta cifra corresponde a las tasas domiciliarias, pero en otras se observan subas de hasta un 400 por ciento.

“Necesitamos este aumento”

Como portavoz del bloque oficial, el concejal José González defendió el incremento de tasas para poder desarrollar el proyecto de gobierno “con responsabilidad, con seriedad y de cara a la gente”. Asimismo, al machar a la oposición que “es muy fácil políticamente no aprobar las tasas”, el edil oficialista pidió “propuestas serias” para conquistar al electorado, al tiempo que subrayó que, con la negativa al aumento que vaticinaba, “estamos postergando a la sociedad de no tener servicios”, remarcando que “desfinanciar una municipalidad no le da votos a ningún candidato”.

En este sentido, González detalló que la suba propuesta por el Ejecutivo se realiza asumiendo el índice oficial “de aumentos de precios que tiene el país” y que en los distritos de la región los incrementos en las tasas fueron aprobados.

“Decir no porque no me parece poco serio”, prosiguió en su queja poco explicativa el jefe de bancada oficialista, quien solicitó no desfinanciar al municipio al momento de aplicar políticas en materia de salud o seguridad. A su vez, más allá de resaltar que “estamos instrumentando todos los medios para mejorar la cobrabilidad”, refutó que una mejora en este aspecto pueda suplir los recursos que se obtendrían de tener el incremento de tasas, por lo que insistió: “Necesitamos este aumento”, ejemplificando que en el presupuesto aprobado, los recursos estipulados para el Concejo Deliberante se incrementan en un 33,7 por ciento, para lo cual remarcó que “los recursos hay que conseguirlos”.

30 para algunas, 400 para otras

Desde el bloque radical, el concejal Daniel Cappelletti le recordó a González que con la negativa al aumento de tasas no se pone en riesgo los recursos destinados a Seguridad ya que “gran parte” de los 6 millones destinados a esa área “son recursos afectados” de Provincia. Asimismo, subrayó que el aumento es “un 30 por ciento en algunas tasas, pero en otras llega a 400 por ciento”, al tiempo que observó que no se puede “volver a aumentar las tasas al mismo universo de contribuyentes”, por lo que apeló a “hacer el esfuerzo para salir a prestar un buen servicio”, como así también hacer “hincapié en la Oficina de Recaudación” para que no pague “el mismo 40 por ciento de contribuyentes”.

“Es momento del racionamiento, la austeridad, el achicamiento de la planta política”, afirmó Cappelletti al apelar a que “en épocas de crisis hay que optimizar el gasto”, dando preponderancia a áreas como Salud en detrimento de algunos espectáculos.

De tasa a impuesto

Por el lado del bloque del Frente Renovador, el concejal Edgardo Badano le recordó a José González que en otros distritos se aprobaron incrementos de tasas pero en ninguno “hay un acumulado de 200 por ciento de aumento” como se registró en estos tres años de gobierno gastonista.

A su vez, al afirmar que el servicio contemplado en cada tasa “en muchos lugares no se cumple pero se intenta cobrar”, Badano advirtió que, de esa forma, sin contraprestación, la tasa “pasa a ser un impuesto”, señalando a modo de ejemplo la ausencia del regador por las calles de tierra. En la misma línea, el edil massista detalló que en materia de recolección de residuos el proyecto del Ejecutivo contempla un aumento del 74 por ciento, mientras que para emprendimientos urbanísticos edificados (countries) aumenta la tasa “sólo un 6 por ciento cuando debería ser al revés”.

Al momento de hablar de aumentos acumulados, Badano focalizó en exorbitantes cifras como un 322 por ciento de incremento en recolección de residuos o subas que oscilaron entre el 4000 y 6000 por ciento en concepto de marcas y señales. En tanto, recalcó que el acumulado de inflación oficial en estos tres años “promedia el 100 por ciento”, por lo que “el municipio lo ha duplicado”. “No estamos en condiciones de habilitar un aumento de tasas”, concluyó el edil, para añadir que desde su bloque tampoco se aprobó el presupuesto porque el mismo “está basado en este aumento de tasas”.

Cosas que hacen ruido

Por su parte, el jefe del bloque massista, Marcelo Giovannone, cuestionó también la falta de prestación de servicios y mantenimiento de calles, a la vez que ironizó sobre el aumento contemplado para edificaciones en countries: “qué casualidad que pagan un 6 por ciento”, añadiendo que “como justicialista digo que es para rever esto. Nos hace mucho ruido”.

Asimismo, tras refutar que el incremento pretendido tenga algo que ver con el aumento a los empleados municipales, Giovannone cuestionó también que se haya quitado la posibilidad de que los contribuyentes puedan saldar las tasas de todo un año en un solo pago. Y apuntó contra el oficialismo ante el bajo nivel de recaudación: “Estamos más preocupados por seguir aumentando las tasas que por buscar a los que no contribuyen”.

Luego, el jefe de bancada massista cuestionó que persista en muchos aspectos la prestación de servicios contratados: “¿Qué es lo que queremos sostener? ¿Algunos amigos del poder con contratos?”, cargó, al tiempo que aseveró que “no es solamente aumentar las tasas, hay que mantener una buena contraprestación del servicio”.

Dentro del mismo bloque, el concejal Daniel Caraballo afirmó que desde el oficialismo “se pone de prisionero al empleado municipal” al ligar su salario con el aumento de tasas. De la misma forma, se preguntó: “Si hablamos de la inflación oficial que apenas supera el 20 por ciento ¿por qué pedimos el 30?”.

“Son infames”

Para cerrar el debate, José González afirmó que desde la oposición vertieron “un montón de datos que no son ciertos”, aunque no detalló cuáles. Minutos después, y para no perder su estilo, al edil oficialista se le salió la cadena: “Son infames”, rotuló a sus pares opositores, por lo que el presidente del Concejo, Raúl Paz, tuvo que solicitarle, por enésima vez en el año, que mantenga la cordura.

“Hay que tener respecto por la gente. No se puede mentir, dar datos imprecisos”, insistió González sin ahondar en su observación, aunque profundizando en apuntar duro contra lo que define “el acuerdo programático” entre la UCR y el FR: “Hacen apología barata, política barata, sin compromiso”, redundó. Al momento de la votación, el aumento de tasas fue rechazado por los siete votos negativos de la oposición, contra los seis positivos del oficialismo.

Una áspera temporada deliberativa se cierra, abriendo campo a un 2015 que asoma tormentoso para la convivencia política dentro del recinto.