Como se explicó oportunamente, tras el desplante a la presidenta, Florencio Randazzo quedó virtualmente “congelado” y sólo aferrado a un cargo formal en el que pervivirá hasta diciembre próximo. Y en La Plata obligó a la mesa de conducción que fogoneaba su candidatura a jugar sus fichas a favor de la re-reelección del intendente Pablo Bruera, a cambio de lo que denominaron una "oferta de contención política" por parte del oficialismo, que según trascendió incluiría cargos menores en un futuro gabinete municipal.

Más allá de que no todos los miembros del espacio posaron junto al alcalde platense, los dirigentes que finalmente esquivaron -tal se especulaba en principio- el respaldo al ultrakirchnerismo encarnado en la edil Florencia Saintout para apoyar a Bruera fueron la ex titular del Juzgado de Faltas local, Teresa Razzari, el ex funcionario alakista -iba a disputar la intendencia por el sector-, Luis Patiño y el subsecretario de Políticas de Población de La Plata, Ezequiel Auspitz, entre otros.

Mientras tanto, ningún espacio perdió el tiempo y al mismo ritmo que los principales candidatos profundizaron sus caminatas callejeras, la instalación de cartelería política y el contacto con la ciudadanía, también hubo presentación en sociedad de las listas ya oficializadas.

Entre las visitas de figuras nacionales más destacadas estuvo la del pre-candidato a presidente Ernesto Sanz. El mendocino llegó a la capital provincial en medio de intensas pujas por sobresalir en el abanico de ofertas electorales de los dirigentes de “Cambiemos”, que confían en el efecto “arrastre” de la figura de Mauricio Macri en la ciudad.

Sin demasiada comunicación entre ellos, lo hicieron los radicales Sergio Panella y Claudio Pérez Irigoyen y el macrista puro Julio Garro. La visita fue aprovechada para mostrar al sector que encabeza el macrismo como “la única alternativa” opositora no peronista con chances de ganarle al Ejecutivo platense en su empresa re-eleccionaria.

Un día antes, había juntado a los miembros de su lista uno de los candidatos del massismo, el dirigente de Tolosa Marcelo “Chuby” Leguizamón, quien ofrece a Matías Alconada como aspirante a primer senador y al ex alakista Alberto Delgado en el mismo cupo para el Concejo.

Lo propio hizo en el club Platense el también aspirante a intendente José Arteaga, que convocó a sus seguidores a un cónclave en el que con la presencia de todos los miembros de su nómina y de algunas figuras de peso provincial como el intendente de San Miguel Joaquín de la Torre –no concurrió finalmente el diputado Facundo Moyano-, desafió electoralmente al bruerismo.

Javier Pacharotti, otro de los integrantes de la numerosa fila de precandidatos del massismo, también echó luz pública sobre los integrantes de la lista que presentó para buscar suerte en las PASO del 9 de agosto.

Otras de las visitas que dejó tela para cortar fue la del pre-candidato a gobernador por el FPV Aníbal Fernández, quien inauguró un local partidario en el microcentro platense con el respaldo del bruerismo y el gremialismo nucleado en el sindicato UPCN -el de Quilmes sufrió un escrache de parte de organizaciones piqueteras por el asesinato en 2002 de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, ocurrido en Avellaneda-.

La visita del jefe de Gabinete fue aprovechada para sacar una “radiografía” de los eventuales respaldos locales a su postulación, en un contexto de ebullición interna entre el ex senador y los integrantes de la otra fórmula provincial del kirchnerismo justicialista: la encabezada por Julián Domínguez y secundada por el matancero Fernando Espinoza.

Anestesia legislativa

En tanto, en el orden parlamentario, desde hace algunas sesiones el Concejo Deliberante entró en un virtual letargo. Los plenarios lucen con bancas vacías producto de la intensa actividad proselitista y duran poco más de media hora, con pocos expedientes abordaros. Ni siquiera es común la verborragia electoral en el recinto, como ocurre durante los años marcadamente electorales.

En un par de sesiones el deliberante entrará en el tradicional receso invernal, que paralizará la actividad legislativa por casi un mes.