Judiciales y Policiales
Cada vez menos héroe y más villano

¿Analizan pedir un jury contra el fiscal platense Cartagena?

Son varias las cuestiones que complican a Fernando Cartasegna. (Dibujo: NOVA)

Los resultados de las pericias de los presuntos ataques que sufrió el fiscal platense Fernando Cartasegna entre fines de abril y principios de mayo, lo dejan cada vez peor parado.

Los especialistas de Gendarmería Nacional se tomaron su tiempo pero ya informaron que los panfletos intimidatorios contra Cartasegna, al que anunciaban como al próximo Nisman, fueron diseñados e impresos en una computadora de la UFI Nº 4 de La Plata, cuyo titular era el presunto amenazado.

Esos afiches aparecieron diseminados por las fiscalías platenses y en la casa del propio Cartasegna en Gonnet.

La fiscal Ana Medina, la que investiga los hechos y que por estos días está de vacaciones, ya sabe esto pero prefiere mantener la cautela y no complicar la situación jurídica de su par.

Otra cuestión que complica a Cartasegna es que los tres representantes del ministerio público que lo reemplazaron detectaron serias irregularidades en las IPP que se investigaban en la UFI Nº 4.

Falta plata, dinero, notebooks y celulares. Se trata de efectos secuestrados en las pesquisas. Raramente, esos elementos quedaban en la UFI Nº 4 cuando deberían haber sido remitidos a una oficina que se dedica a custodiarlos en el Departamento Judicial de La Plata.

Los relevos de Cartasegna, quien continúa de licencia a pedido del procurador Julio Conte Grand, comunicaron de las falencias al fiscal general Héctor Vogliolo, y éste, radicó una denuncia penal en la UFI Nº 6 de Marcelo Romero.

Romero terminó este lunes de tomarles declaración a los empleados de la UFI Nº 4. De esa fiscalía fueron trasladados a otras dependencias judiciales tres funcionarios: el secretario Leandro Milone, un instructor judicial y un auxiliar letrado. Al parecer, el responsable de los efectos debería haber sido Milone.

Lo cierto es que a medida que pasan las horas Cartasegna se convierte cada vez más en villano y cada vez menos en un héroe solitario que luchaba contra las mafias.

Ahora hasta dudan del episodio denunciado aquel 29 de abril. Cartagena dijo que fue atacado por tres desconocidos, dos hombres y una mujer, todos con uniformes de policías, en inmediaciones de la fiscalía.

La sospecha es que había estado en el boliche Almendra, de 8 y 57, y que el ataque que padeció fue por motivos íntimos y personales.

Desde un principio el gobierno de María Eugenia Vidal no le creyó a Cartasegna. Lo obligaron a tomarse una licencia por tiempo indeterminado y le pusieron custodia, pero más que nada controlarlo.

Si todo sigue así, es probable que Conte Grand termine pidiendo un jury para el fiscal presuntamente agredido por sectores de la Bonaerense. Todo un papelón para la justicia platense.

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