Quienes ocupan el corazón de la popular de Estudiantes de La Plata, embanderada con tirantes, estandartes y sombrillas, afirmaron que “más allá de maniobras anónimas para ensuciar la reputación, el comportamiento de nuestra gente en cada evento que relaciona al Club, ha sido excepcional”.

Para gran parte de la ciudadanía, las barra-bravas son un cáncer para el fútbol argentino debido a sus negociados oscuros, hechos vandálicos y relaciones con el poder. Buscando romper con ese pensamiento, muchas hinchadas del fútbol argentino decidieron resignificar sus roles y limpiar esa imagen.

Trabajo Social

Los referentes de la barra (aclararon que se consideran barra pero no brava), recalcaron que llevan adelante un importante trabajo social en los barrios de La Plata, Berisso y Ensenada: “Junto a los Pinchas Solidarios, organizamos jornadas en distintas zonas carenciadas, donde hacemos actividades, juegos, se comparte una merienda o una comida, le regalamos camisetas a los nenes y después vamos a la cancha”.

En ese sentido, Sosio expresó que “Estudiantes es el club más popular y con más hinchas de la región, por eso hay que cooperar con las familias que no pueden acceder al estadio pero que llevan los colores en la sangre”.

Por otro lado, el referente de “Los Leales” que vive en el Barrio Obrero de Berisso afirmó que esta política que aplican no es nueva: “Desde siempre cooperamos con comedores, copas de leche y familias que lo necesitan, pero no hacemos marketing de ello, los hechos son los que hablan, tal vez hoy hay más ruido por las redes sociales”.

Folklore

Lo que caracterizó históricamente a las populares argentinas fue el folklore y la pasión, que muchas veces caminó por la cornisa de la violencia. Las autoridades, sin encontrar herramientas para evitar los hechos vandálicos, metían el dedo en la llaga para castigar: en distintas ocasiones, prohibieron el ingreso de bombos y banderas. De manera impensada, hoy la solución está aflorando de las propias hinchadas y no del Estado.

Desde “Los Leales”, afirmaron que sus esfuerzos siempre están direccionados a la fiesta en la tribuna: “Las hinchadas argentinas son la vidriera del mundo, vienen de todos lados para conocer este fenómeno popular, desde el ritmo de las canciones o cómo se cuelgan las banderas hasta la manera de organizar a los muchachos”.

En referencia a ello, Sosio aclaró: “En un trabajo en conjunto con las agrupaciones, apuntamos los cañones a meter fiesta y alentar los 105 minutos, inclusive durante el entre tiempo”

Los viajes: un ritual en cada barrio

Cada día que Estudiantes juega, la mitad de la ciudad se paraliza. Sea un partido clave por la Copa Libertadores o un encuentro intrascendente por el Torneo Local, “Los Leales” movilizan desde distintos barrios de la región, como Villa Catella, Altos de San Lorenzo, El Triunfo, Villa Elvira, Punta Lara, Los Hornos, Berisso y Tolosa, entre otros.

En las esquinas donde suele “ranchar” cada grupo, identificada con murales, cordones y postes rojos y blancos, comienza el ritual desde temprano. Luego de la previa, salen micros de cada barrio para confluir en algún punto de encuentro: de ahí, todos juntos salen en caravana hacia el estadio, sea de local o visitante.

“La idea es llegar temprano a la cancha, para organizar todo. Algunos se quedan afuera del Estadio para controlar que el ingreso de la gente sea tranquilo y otros entran para colocar las banderas”, explicó Iván Tobar.

A pesar que algunos barrios pisan con más fuerza, la banda de “Los Leales” está conformada por grupos de todas las zonas de La Plata y alrededores. Alguna vez, dos grupos se enfrentaron a golpes de puño en las adyacencias del Estadio por discusiones barriales y en los medios de comunicación locales ya se hablaba de interna, por eso la cúpula decidió suspenderlos: “Esas diferencias se arreglan puertas para afuera, no en el entorno de Estudiantes”.

Defender los colores

“Los Leales” recalcaron que quieren paz en la tribuna y su objetivo principal es que los tablones se sigan colmando de familias: “Antes vendían droga en la popular, robaban y maltrataban a los hinchas, hoy eso no está permitido, todo lo contrario”.

En ese sentido, Adrián Sosio reconoció: “No somos carmelitas, vamos al frente, pero solo si tenemos que defender a nuestra gente de cualquier atropello. No vamos a ir a emboscar a otra hinchada porque ese no es nuestro estilo, pero si nos vienen a buscar, respondemos, como cualquiera”.

Pasado pisado

Cuando hablan de “antes”, se refieren a un pasado al que aseguran no querer volver y del que están arrepentidos. El tridente que actualmente maneja la banda, desde hace más de 20 años que, desde un lugar u otro, está relacionado con el corazón de la popular albirroja. En ese lapso de tiempo, y más aún en tiempos donde la interna estaba al rojo vivo, se produjeron varios hechos de violencia y en más de uno los tuvo involucrados.

Esta agencia de noticias no podía dejar de preguntarles sobre los antecedentes de distintos miembros que integran la banda. En relación a ello, contestaron: “En el pasado cometimos errores, pero hoy nos dimos cuenta de cómo se maneja la tribuna y lo estamos demostrando con hechos. Las personas se equivocan, lo importante es reconocerlo y cambiar”.

De este modo, Tobar añadió: “Todos quieren bajar a Estudiantes y a Los Leales, por eso nos inventan causas y nos quieren ensuciar. Pero lo que hablan son los hechos”.

“Estudiantes siempre fue molesto para los clubes grandes y los intereses de los grandes medios, cada logro de esta institución fue una piedra en el zapato para ellos, por eso históricamente buscaron bajarnos”, expresó Sosio. Los referentes explicaron que hay sujetos que tiran panfletos o pintan paredes firmadas con el sello de “Los Leales”, buscando perjudicar al club y a su hinchada.

Asimismo, Tobar recalcó: “Lejos de perjudicar al Club, el cual es nuestra vida, buscamos ayudar a que crezca desde nuestro lugar, por eso vía panfletos o comunicados con las redes sociales advertimos lo que se puede entrar a la cancha y lo que no, o difundimos algún evento, estamos para sumar, no para restar”.

Financiamiento

Otro de los puntos que siempre generó confusión en torno a las barras fue el financiamiento. Sin pelos en la lengua, Adrián Sosio aseguró que se mantienen por sus propios medios y a partir del esponsoreo de “gente privada”, que acompaña y ve con buenos ojos el comportamiento de “la única banda de la ciudad”, como se hacen llamar.

En esta línea, explicaron que los gastos que ocasionan los viajes para seguir a Estudiantes por todo el continente son solventados con fiestas, cenas y demás: “Muchos piensan que nos banca el Club o los jugadores. Y es falso. Nosotros no tenemos nada que ocultar”.

También, resaltaron que en los viajes al exterior por copas internacionales, si los fondos lo permiten, llevan a aquellos muchachos de la barra que no están pasando por un buen momento económico: “Para el partido en Ecuador, le dimos la sorpresa a uno de los pibes que está sin trabajo y nunca pudo viajar. Entre todos le costeamos el pasaje”.