Absa la sigue pateando afuera y no responde: cloacas tapadas, olor nauseabundo y derroche de agua
En un contexto en el que el cambio climático preocupa a todos y el agua potable es protagonista principal, vecinos de distintos puntos de la ciudad de La Plata deben dejar abierta las canillas las 24 horas para que el olor a desechos cloacales no sea tan invasivo, provocando con esta “solución” un derroche de agua innecesario. A pesar que desde ABSA admitieron que el agua es un recurso agotable y cada vez más escaso a nivel mundial, la empresa responsable de dichos servicios no soluciona un problema que está presente desde los primeros días de abril.
Las denuncias a la empresa se multiplican en distintos puntos de la ciudad. En este sentido, en el Barrio Hipódromo, los vecinos advierten muy mal olor en los hogares derivados de las cloacas. Indicaron a NOVA que al comunicarse con ABSA sólo le dan un número que corresponde con el ingreso del reclamo.
Matías, vecino de 122 y 39, denunció: “Cuando caen dos gotas, rebalsa el agua sucia de las rejillas”. La decisión que optaron tanto en su casa como en la de muchos vecinos es la de dejar correr el agua de las canillas, lo que genera que el olor nauseabundo disminuya, a pesar que reconocen la importancia de este preciado bien natural, al que muchos llaman el nuevo petróleo.
Lo mismo padecen vecinos de Villa Elvira, donde las cloacas de la zona de 119 y 72 se encuentran obstruidas desde hace tiempo. Un hombre que vive a metros de la tapa de control, a pesar de sus más de 70 años, debe levantarla cada vez que llueve. Su hija Sofía protesta cuando esto sucede porque él sufre de hernias, pero Juan contesta: “Si no estoy yo, acá nos inundamos con los desechos cloacales”.
Las instalaciones de las cloacas en muchas regiones de La Plata son antiguas y con el aumento de las edificaciones, la lluvia no alcanza a fluir; situación que se vio reflejada con el temporal del 2 de abril del 2013.
Muchos habitantes reclamaron que debieron llamar y abonar a empresas privadas para asegurar si el problema era interno de cada casa o de la red pública; la respuesta de los profesionales fue clara: “El inconveniente es de la cañería externa”.
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