Gran despliegue policial para impedir que se asienten los feriantes de Plaza San Martín
Por tercer día consecutivo, la plaza San Martín volvió a amanecer fuertemente custodiada. Como si se tratará de una ciudad sitiada, más de 400 efectivos de seguridad continúan estrictamente pertrechados con sus escopetas, palos y escudos, con la orden de impedir que los feriantes ingresen y armen sus mantas para la venta de ropa usada.
Los uniformados se han puesto firmes sobre todo al borde de la plaza casi sin gente, con la mirada atenta hacia los transeúntes que circulan por las veredas. Algunos agentes van y vienen de un lado a otro mirando con recelo, sospechando de los caminantes y de quienes se sientan en los bancos.
Como se sabe, el excesivo operativo se montó el viernes 7 de junio con agentes de la DDI, de Drogas, Caballería, Infantería, Control Ciudadano del municipio y hasta efectivos de migraciones, con el único objetivo de no dejar entrar a quien se atreva a vender en la plaza.
Respecto de las responsabilidades políticas del excesivo operativo, ninguno de los efectivos ha informado nada. Pero los feriantes sostienen que la orden viene, claramente, de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y del intendente Julio Garro.
Para los vendedores es importante volver a la plaza porque, para muchos, es el único sustento para sus hogares, por lo que piden una mesa de diálogo con el Jefe comunal para arribar a una solución, ya que el habeas corpus presentado por los feriantes fue rechazado por el juez de garantías Federico Atencio.
Mientras tanto, la plaza que va de 7 a 6 y de 50 a 54, continúa cercada por los efectivos. Y, por lo visto, todo parece indicar que continuaran en el lugar hasta que disipe cualquier intento de volver a montar una feria.
