El traumático hecho ocurrió este martes 11 de junio, cerca de las 13 horas, cuando 9 personas abordaron el ascensor y este tuvo un desperfecto y cayó abruptamente, quedando atrapado entre los pisos 12 y 11. Por lo que personal de la empresa Ascensores La Plata, que se dedica al mantenimiento, tuvo que socorrer a los ocupantes y los ayudó a salir con la puerta a semi cerrada.

Sobre el tema, NOVA se comunicó con Ana Schaposnik, trabajadora de la Subsecretaria de Turismo que ocupa el piso 13, quien describió que “fueron minutos que para la gente que estaba adentro fue traumático”. Y agregó que esos desperfectos son habituales, solo que “esta vez el ascensor descendió medio piso”.

“La desidia con este tema ya es indignante y asusta a todos los empleados del edificio. De 8 ascensores que hay solo funcionan 3 y, además, hay permanentes episodios de este tipo, generando la sensación de que en cualquier momento dejará de ser un susto para transformarse en una tragedia”, aseguran en un comunicado del personal de la Subsecretaría de Turismo.

Schaposnik indicó que, en diciembre pasado, las autoridades se comprometieron a reparar los ascensores y empezaron con las obras a mediados de ese mes. Por lo que quedaron funcionando solo tres, pero se traban permanentemente.

Al edificio concurren cientos de empleados administrativos de las oficinas del ministerio de Justicia, Desarrollo Humano, Comercio e Industria del ministerio de Producción, de Modernización, del Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable (OPDS), entre otros, quienes a diario tiene que formar largas filas en la planta baja.

Pero el problema de infraestructura en el edificio de 15 pisos es total: no hay aire acondicionado en verano ni calefacción en invierno. Además, “tenemos 5 baños clausurados desde abril, instalaciones eléctricas mal hechas”, detalló la trabajadora.

Carlos Rossi, Director General Administrativo de La Torre 1 y 2, no se ha manifestado al respecto. Ante esa situación, Schaposnik pidió que las autoridades tomen cartas en el asunto “porque ellos contratan a la empresa y deberían velar por nuestra seguridad”, indicó.

Pero el cuestionamiento de los trabajadores es que las autoridades han decidido gastar presupuesto en la instalación de controles biométricos y “hace un mes nos tomaron las huellas”, pese al mal estado de los ascensores y del edificio en general.

Ante esta situación que casi termina en tragedia, los trabajadores de La Torre 2 anunciaron que este miércoles 12 de junio van a organizar una asamblea donde decidirán qué acciones tomarán para pedir “una solución definitiva a esto, que no se termina de resolver nunca”, culminó Schaposnik.