Política
Piden ayuda

El drama de una madre y sus trillizas en extrema situación de vulnerabilidad

Bernardina Zamudio, madre de trillizas, vive una situación compleja y de extrema vulnerabilidad. (Foto: NOVA)

Por Isaac Quispe Rojas de la redacción de NOVA

En enero de este año a Bernardina Zamudio se le adelantó el parto y sus trillizas nacieron a los 7 meses, por lo que tuvo que abandonar su trabajo en la quinta para dedicarse al cuidado exclusivo de sus nenas que necesitan cuidados especiales por la delicada situación de salud en la que se encuentran.

Ella vivía con su esposo Fildo Mollo Quispe en una quinta del barrio San Carlos, Gloria de la Peregrina, en General Pueyrredón, provincia de Buenos Aires, donde trabajaba en la tierra. A raíz de su embarazo de alto riesgo le recomendaron que se atienda en La Plata.

Por lo que tuvo que mudarse a los 5 meses de embarazo. La familia donde trabajaba la conectó con un quintero de Abasto, para que siga laburando. Pero la situación se complicó y las trillizas nacieron el 14 de enero a los 7 meses, en el hospital San Martín, por lo que estuvieron internadas en neonatología.

El caso de Bernardina, de nacionalidad boliviana, fue dado a conocer por Carolina, una mujer que al conocer la situación en la que se encontraba la acompañó y la tuvo alojada en su casa hasta el martes 7 de mayo, cuando Caritas intervino y la trasladó a un hogar para familias vulnerables en Abasto.

Actualmente tiene una delicada situación habitacional, porque un temporal le derribo la casita donde vivía. “Ella necesita mucha ayuda no solo en plano material, ella necesita una contención”, manifestó Carolina en diálogo con NOVA, que forma parte de la Asociación de Residentes Bolivianos de La Plata (Arbol).

Por su extrema situación de vulnerabilidad, la Dirección de Niñez quiso arráncale a sus trillizas y a su nena de cinco años, por lo que Carolina decidió llevarla a su casa donde estuvieron dos meses y medio. Se hizo cargo “porque las bebes necesitaban cuidado especial”, afirmó la solidaria mujer.

“Bernardina no es nada mío, nuestro vínculo nació a través del trabajador social del hospital San Martín, Marcelo Blanco, que en la desesperación de buscar alguien que lo ayude se comunicó con Arbol”, relató conmovida Carolina que hizo un laburo a pulmón y “garantizamos que no le falte nada”.

Si bien Bernardina está en un hogar de Abasto, más adelante va a necesitar un lugar para vivir porque “no tiene nada, necesita todo para alimentar a su nena y sus trillizas”. Además, “ahora va a necesitar contención”.

Para quienes quieran colaborar con la familia, pueden hacerlo con pañales y ropa bebes, leche y alimentos, porque “ni el estado municipal, ni las entidades consulares de Bolivia en la ciudad” se han acercado a dar una mano. Cualquier ayuda se pueden comunicar con Carolina al 221 593 2178.

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