Se dijo, en Cambiemos, la postulación para la reelección del intendente Julio Garro ya marcó la cancha y aclaró algunas reglas del juego. En el Palacio Municipal de calle 12 descartan rumores de “preocupación” por lo que según entienden armadores de la coalición gobernante, podría ser un “efecto de arrastre negativo” del desencanto social en torno a la gestión de Macri, especie fogoneada por la oposición panperonista.

En los papeles, y a la luz de lo obtenido en las urnas en la última elección ejecutiva –2015- el alcalde del PRO no tendría problemas para retener la intendencia. En esa ocasión Garro perforó los 40 puntos y en el búnker amarillo apuntan a trasladar la ecuación este año. En la vereda de enfrente están quienes ponderan la intención de voto que obtendría CFK de presentarse por un nuevo mandato, con más de un tercio del electorado.

No obstante, hay cierta preocupación en el entorno de la diputada provincial Florencia Saintout, quien, según una de las encuestas más difundida en los últimos días –la de la consultora “Synopsis”- no retendría los casi 40 puntos que la ex presidenta mide en la ciudad, quedando con poco más de 29, aunque hay sondeos que le dan menos de 25. "No alcanza para ganarle a Garro" repiten en calle 12..

La falta de capitalización del voto de la ex presidenta podría reconfigurar el escenario en Unidad Ciudadana, donde todavía las candidaturas no están definidas oficialmente. Esa situación perjudicaría a otro dirigente del espacio que sea ungido ya sea por el Instituto Patria o por el veredicto de una interna en las PASO.

La candidatura resultante en el panperonismo, no obstante, podría ser la expresión de una primaria ampliada que incluya a sectores no K que hoy intentan hacer pie e instalar candidatos como el PJ orgánico -en manos del bruerismo- que impulsa al diputado bonaerense Guillermo Escudero.

El lavagnismo todavía no tiene un referente instalado en la ciudad -comenzó a sonar el del ex candidato a intendente de la UCR Claudio Pérez Irigoyen- y también podría anotarse en ese espacio la concejal Florencia Rollié, crítica de la gestión de Garro.

El massismo ya puso en cancha al concejal Luciano Sanguinetti y al ex edil José Arteaga como posibles competidores, pero el Frente Renovador no despega y hoy por hoy sólo pelearía el piso necesario para colar un concejal (se necesitan 8.33 puntos).

Cuestión de bancas

En el caso puntual de La Plata -más allá de la puja por la intendencia- un hipotético resultado de “paridad” obligaría a dividir las bancas que pone en juego la sección en el Senado bonaerense –donde el piso necesario es de 33.3-. “Lo que está seguro es que ninguna fuerza se quedará con los tres escaños”, resumen quienes analizan el metro a metro de la política lugareña.

El Concejo local también pone en juego media composición -12 asientos- y para ese ámbito, tal como se ilustró en ese espacio la semana pasada, Cambiemos ya primereó con un borrador con los posibles candidatos a salir. Hoy el oficialismo tiene la mitad exacta de escaños del deliberativo y los más optimistas apuntan a replicar ese dibujo parlamentario.

La rendición puso primera

Como marca la agenda legislativa anual, la comisión de hacienda del Concejo ya aborda la rendición de cuentas 2018 del Ejecutivo municipal, que según se informó, tiene un superávit del 3.5 % a pesar de la importante merma en la recaudación vía tasa de Seguridad e Higiene producto de la crisis económica que golpeó de lleno los balances de los comercios platenses.

Se espera que el proyecto con los números del Ejecutivo llegue al recinto en las próximas sesiones, donde como es costumbre, suscitará un intenso debate con “aroma a campaña” entre Cambiemos y la oposición.