“Para mí es un calvario como padre vivir esta situación con mis dos hijas que están en manos de un tipo violento que ha estado preso”, explicó Pablo Meza, con evidente incertidumbre y preocupación en su rostro.

Pero el entrevistado ahondó en las tres causas penales previas que tendría en su haber el agresor: “Estuvo un año detenido en la Comisaría 4 de Berisso porque se peleó con armas con un señor, en 59 y 122. Luego, lo agarraron con armas y drogas en Montevideo entre 25 y 26. Y después, por usurpación de un terreno en Berisso también”, detalló.

En esta línea, Meza explicó que este “sería el cuarto hecho penal que tiene en su contra” y dejó una reflexión: “Pregunto, ¿dónde está la Justicia que no actúa en consecuencia con Miguel David De Boe? Les pido a las autoridades que intervengan”, dijo en un tono que evidenciaba un claro enojo.

En cuanto a la madre, es decir su ex mujer, Meza sostuvo preocupado: “La desconozco en este momento, para mí está amenazada”. Y reveló que su hija le ha comentado que “varias veces con este señor se han peleado y hasta habría sido golpeada”.

Pero la situación aún es más compleja porque este sujeto sería habitué de los malos hábitos: “Es borracho y nosotros creemos que consumiría cocaína y estupefacientes”, amplió el padre de las víctimas.

Por este motivo, el entrevistado aseguró que pidió “un estudio psicológico para todo el grupo familiar. En especial para que a este señor violento le hagan una rinoscopia porque consumiría cocaína y otras drogas más”.

“Yo soy Pablo Meza, yo fui alcohólico pero salí de esta situación y me di cuenta. Esto lo digo porque muchos van a hablar, que digan lo que quieran. Yo lo reconozco, estuve enfermo y estoy haciendo los tratamientos necesarios que me mandó a hacer el juez. Yo estoy cumpliendo al pie de la letra lo que me dice la ley”, argumentó el padre. Y agregó sin tapujos y sin titubear: “A mí también que me hagan una rinoscopia”.

El entrevistado quiso enviarle un mensaje a la Justicia para que no sigan haciendo oídos sordos: “Le quiero decir al Juzgado 7 de Karina Bigliardi que todas las órdenes que dio ella, se las pasa por la oreja. La madre echó a mi hija porque pienso que está amenazada por este hombre. Hacen caso omiso a todo esto que está pasando”, explicó.

Por último, Meza no ocultó sus miedos frente a este panorama teñido de violencia: “Temo por la seguridad de mi hija de 8 años, por mi hija de 16 y por mi ex pareja. También temo por mi vida y que este hombre use un tercero para hacernos daño”, sostuvo. “Es un hombre que vive de la mentira, el odio y el malvivir en el sentido de la droga y el alcohol”, concluyó.