En un repaso por el caso, NOVA quiso destacar los nombres cuyos testimonios nunca fueron tomados, y a quienes jamás investigaron como debían. Ellos fueron culpables directa o indirectamente del desenlace conocido por todos.

Cuando Sandra decide estudiar en Argentina, lo hace tras ser convencida por su novio Augusto Díaz Menaya, y dado que en Perú no tenía las mismas posibilidades de estudio superior gratuito, aceptó la propuesta.

Tres meses después de haber llegado al país, recibe una propuesta de trabajo, que tal como lo dijeron varios testigos, fue hecho por Walter Silva, un hombre que frecuentaba la pensión donde ella vivía. Él le pasó el dato e incluso la acompañó hasta el lugar de “la entrevista”, y prácticamente la entregó a su asesino en las puertas del ex archivo del Ministerio de Economía y actual ARBA.

Luego de la desaparición (ya que Sandra nunca volvió), comenzó la búsqueda y el 19 de febrero viaja al país Nélida Gamboa, madre de la víctima, para sumarse al pedido de ayuda y ponerse al frente de la búsqueda.

Fueron varios los intentos de denuncia por desaparición de persona, y la policía Bonaerense se negó y no solo eso, sino que además entorpeció la causa, todo lo que fue posible, siendo negligentes y tapando todas las operaciones corruptas que demuestran una clara connivencia entre el violador y las fuerzas policiales.

Así pues, un 22 de febrero encuentran el cuerpo sin vida de la joven. Pero si bien lograron efectuar cadena perpetua para el principal agresor y femicida, quedaron muchos clavos sueltos y personas que no declararon la verdad de lo sucedido.

Jornada en conmemoración de los 12 años del femicidio

Más de una década después, en diálogo con NOVA, Nélida expresó: “Le quiero agradecer a todos los medios, las organizaciones y la gente que se suma esta lucha por la justicia de Sandra, que es mi hija y hoy estamos aquí gracias a la unión de todos”.

Asimismo, agregó que “hay que seguir peleando, porque el juicio contra los policías sigue abierto y no quiero que vuelva a pasar lo que le pasó a Sandra. Que no haya más engaños o mentiras como si nosotros no valiéramos nada”.

El fuerte relato de “Nely” (como todos la llaman), indigna desde todo punto de vista, ya que el juicio que tiene curso hasta la actualidad no encuentra resolución, le ponen trabas e incluso le piden a la familia “paciencia”, siendo que para ellos es muy doloroso revivir la historia una y otra vez y ver que los que tienen que pagar, siguen sueltos.

“Que siempre digan que uno tiene que tener paciencia, siempre hay que esperar los tiempos de ellos que no son los tiempos de la Justicia”, expresó la madre de Sandra y agregó “hoy estamos aquí y vamos a seguir aquí porque queremos que todos estén presos”.

Cabe destacar que la “Casa Sandra Ayala Gamboa” cuenta con un grupo de especialistas para brindar contención a víctimas de abuso y todas aquellas que vivan una situación de opresión y se encuentren en un lugar del que creen que no pueden salir.

Sobre esto último, Nelly concluyó que “es un espacio para todos los que necesiten ayuda, esa ayuda que Sandra no encontró en su momento y yo no le pude dar”, y con lágrimas en los ojos, aseguró que no bajará los brazos hasta ver que se haga justicia.