UPA 6 de Los Hornos: tras un hecho de violencia, trabajadores exigen condiciones de seguridad
Por Isaac Quispe Rojas, de la redacción de NOVA
La madrugada del 25 de diciembre del 2018, a la Unidad de Pronta Atención (UPA) 6 de Los Hornos llegó una mujer con su hijo y pidió que lo vean de urgencia, pero como no había ningún pediatra, a su nene no lo pudieron atender. Entonces, la mujer desató su bronca contra la recepcionista que nada podía hacer para resolver el problema.
Ante ese hecho de violencia que no los deja realizar sus labores con tranquilidad, los trabajadores vienen realizando una retención de tareas desde el 31 de diciembre y exigen a las autoridades municipales y provinciales que les garanticen condiciones mínimas de seguridad para resguardar su integridad física.
Al respecto, NOVA conversó con Pablo Maciel, dirigente gremial de CICOP, quien se apersonó en la UPA 6 y aseguró que la agresión contra la trabajadora administrativa “tiene que ver con la falta de seguridad, pero también tiene que ver con la falta de recursos humanos, en este caso no había pediatra a la noche y esto generó esta situación de violencia”.
Por lo que, además, de pedir medidas preventivas, Maciel puso énfasis en la necesidad de poner más recursos humanos en el equipo de salud “para poder dar respuesta adecuada a los requerimientos de la localidad de Los Hornos, porque con los recursos que dispone no alcanza”.
Hasta el momento, los trabajadores informaron que solo se han reunido con el Director de hospitales de la provincia de Buenos Aires y con el jefe de gabinete del Ministerio de Salud, pero no les han sabido dar respuestas sobre qué medidas van a tomar con la seguridad en los puestos sanitarios.
“Todos sufrimos una situación de violencia y los trabajadores quedamos en el medio. Principalmente por parte del Estado, que no nos garantiza el recurso humano”, se indignó Santiago Martínez, delegado de ATE del UPA de Los Hornos, quien además reclamó más pediatras “para garantizarle atención a la población”
Asimismo, Martínez contó que en años anteriores ya rompieron el vidrio de entrada del UPA, porque no había atención por la falta de médicos. Preocupados por esos hechos, a comienzos de 2018 presentaron una nota a las autoridades del UPA y del hospital San Juan de Dios para exigirles un guardia de seguridad y una pecera para la recepción, pero un año más tarde no han tenido respuestas, sino una nueva situación de violencia.
Por último, Patricio Lafer, otro de los trabajadores del lugar, explicó que la principal violencia la ejerce el Estado para con ellos y para con la comunidad, que se traduce en “no garantizar un presupuesto que garantice más profesionales, insumos y medicación para dar una atención de calidad a la población”.
