Escalada de violencia entre los Medina: la guerra familiar y sindical de la UOCRA pone en jaque a la Región Capital
La escalada de violencia entre bandas de la UOCRA puso en jaque a la Región Capital: tanto en La Plata, Berisso y Ensenada hay temor por las consecuencias de esta sangrienta guerra sindical y familiar. Durante el último episodio, un vecino de Punta Lara se salvó de milagro: un balazo perdido le rozó la cabeza.
Con los referentes sindicales Juan Pablo “Pata” Medina y Cristian “Puly” Medina privados de la libertad en Ezeiza, se alborotó el avispero en la calle: de un lado, Agustín Medina, que responde al “Pata” (su padrastro); del otro Brian Medina que responde al “Puly” (nieto del “Pata”). Ambos con sus bandas, pugnan por el poder territorial: quieren contratos en las empresas para meter a sus militantes y demostrar quien “pisa más fuerte”. Vale todo.
El último enfrentamiento tuvo varios frentes, todos en Punta Lara: todo arrancó en el obrador de la Central Termoeléctrica, cuando Brian denunció amenazas por parte de Agustín (audio), que circuló armado por el lugar. Más tarde, la casa de un tal Navarro recibió una lluvia de balas. La respuesta se trasladó a la cancha de fútbol de Gutierre, donde Agustín y su gente recibieron un ataque a tiros. En esa balacera, un guardavida de Punta Lara que justo circulaba por el Camino Almirante Brown recibió un tiro que le rozó la cabeza. Se salvó de milagro.
Un prontuario que suma capítulos a diario
Cuando estalló la interna en el corazón del gremio y la familia Medina, reinaba la incertidumbre porque no se sabía cuál iba a ser la postura del conductor de los trabajadores de la construcción. Sin embargo, como publicó NOVA, desde el penal de Ezeiza, el “Pata” mandó un audio de whatsapp donde despejó todas las dudas.
Medina se pronunció en contra de los “traidores” y se apoyó en su mujer, Fabiola García, actualmente con prisión domiciliaria: “Tuve la suerte de tener la familia que tengo, nadie me va separar de mi querida familia, de mi amada Fabiola”, afirmó. En ese sentido, les prometió a los trabajadores que “cuando esté en libertad, voy a volver al lugar donde tengo que estar”.
A partir de entonces, la interna familiar y gremial en la UOCRA Seccional La Plata sigue sumando nuevos capítulos. Mientras los referentes siguen privados de su libertad, en las bases no reina la paz. Primero fue un cruce callejero en Berisso tras de una jornada de pintadas, luego no tardó en llegar la vendetta: robaron en la casa del mismísimo “Pata”.
En relación al violento robo que sufrió en su casa de Villa del Plata -Punta Lara-, el “Pata” reconoció: “Me agarró un ataque de nervios, me tuvieron que parar los compañeros y reforzar la medicación”. Asimismo, acusó a los integrantes de su primera familia y ex compañeros de Comisión Directiva del episodio: “Por más diferencias de criterios que haya, no hay que meterse con la familia. Quiero salir lo antes posible para a encaminar las cosas ahí afuera. Y para ser el hombre de la casa que cuide la familia”.
Luego, a la salida del régimen de visitas en el Penal de Ezeiza, se enfrentaron ambas bandas. Tras un cruce de miradas e insultos dentro de la cárcel, todo explotó a la salida, donde aseguran que hubo hasta facas y picanas. Y la riña no quedó allí. Los dardos continuaron por redes sociales. Y la escalada de violencia terminó con un auto incendiado.
