La primera en hacer uso de la palabra fue la decana de Periodismo, Andrea Varela, quien resaltó la iniciativa en “un momento de mucha emoción porque Rosa nos enseña continuamente”

“Rosa no enseña que se lucha en paz y que no hay que bajar los brazos más aún con un Gobierno que avasalla todos los derechos”, agregó ante la presencia de NOVA. “Ella nos enseñó a enfrentar un Gobierno que se sienta a felicitar a los que matan a nuestros pibes por la espalda”, dijo Varela. “Este es un Estado de exterminio”, se lamentó.

Por su parte, una de las realizadas de la muestra, Gabriela Hernández -integrante de la Agrupación Miguel Bru- recordó que fue “un trabajo arduo hacer el recorte para armar este relato de Miguel. Son 40 imágenes que hacen un todo”.

Mientras que Rosa, acompañada de su nieta, no tuvo más que agradecimientos a todos los presentes. “No fue fácil aceptar que la responsabilidad fue de la Policía y hoy me sigo preguntando porqué hicieron eso con Miguel. Cada 17 de agosto los medios me acompañan con la vigilia y aún no sabemos dónde está Miguel, la pregunta seguirá siendo la misma”, manifestó.

“Gracias a la facultad y a todos por este homenaje”, cerró en declaraciones a este medio entre aplausos para luego recorrer la muestra que se exhibe en el edificio Néstor Kirchner.

17 de agosto de 1993, un antes y un después

El 17 de agosto de 1993, marca un antes y un después, en la historia del gatillo fácil en la Argentina, desaparece Miguel Bru, que tenía 23 años y estudiaba periodismo en la Universidad Nacional de La Plata

En el proceso judicial por su desaparición (1999), fueron condenados a prisión perpetua, en juicio oral y público, los policías Justo José López y Walter Abrigo, acusados de tortura seguida de muerte, privación ilegal de la libertad y falta a los deberes de funcionario público. En 2003, la Suprema Corte Bonaerense dejó firme la condena a ambos exfuncionarios policiales. El entonces comisario de la Comisaría 9°, Juan Domingo Ojeda, fue condenado a dos años de cumplimiento efectivo de la pena, pero recuperó su libertad con sólo ocho meses de prisión, al igual que el oficial Ramón Cerecetto, quien fue acusado de borrar el nombre de Miguel del registro de entradas de la Comisaría. Además, se logró destituir, mediante un jury de enjuiciamiento, al Juez de la causa Amilcar Vara al comprobársele irregularidades en 26 causas distintas en las cuales estaba involucrado personal policial.

En el año 2005 la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP (sede de 44 entre 8 y 9), fue bautizada como “Miguel Bru, Memoria y Justicia” y en la fachada de dicha sede la artista plástica, Cristina Terzaghi, realizó un mural alegórico al cumplirse 12 años de la desaparición de Miguel.

En 2006 Rosa Schoenfeld de Bru recibió el Doctor “Honoris Causa” de la Universidad Nacional de La Plata, el cual fue entregado por Gustavo Azpiazu, presidente en ese momento de la UNLP.

En esta lucha incansable, Rosa también fue reconocida días atrás por la moción de la diputada bonaerense, Florencia Saintout, y en consecuencia por la Cámara Baja como personalidad destacada de la Provincia.