No hay voces oficiales que salgan a aclarar el tema y se habla de unos 300 contratados en medio de versiones y contra versiones que corren como reguero de pólvora en los medios de comunicación y redes sociales.

Pero la última "buena nueva" ahora pasa por el despido de varios directores -un cargo que en jerarquía está después del de secretario y subsecretario- de la estructura de gobierno con el fin de favorecer el ingreso de jóvenes inexpertos en materia de gestión que responden a la denominada "juventud Pro", que está en manos de Agustín Scotti,.

Scotti sonó antes del cierre de listas como aspirante a concejal y es un militante "mimado" por la mesa chica garrista. Responde al ala política del presidente del Concejo Deliberante, Fernando Ponce, uno de los hombres que escaló en la esfera de influencias del jefe comunal haciendo gala de sus habilidades como relacionista público.

Si bien hay otros nombres "en carpeta", uno de los casos resonantes es la barrida de su cargo de la directora de Entidades y Culto Adriana Di Camillo -hoy por hoy no tiene lugar asegurado de trabajo-, quien es reemplazada por María Victoria Teruggi, una militante y estudiante avanzada de Derecho en la UNLP de apenas 25 años que posee nulos antecedentes de peso para desempeñar ese puesto.

Quien no cayó en la "volteada" por ser una especie de refugiada del antes Secretario General y ahora concejal Javier Mor Roig es la polémica ex periodista Valeria Venturin, que a pesar de haber sido cuestionada por maltrato laboral sigue consiguió su continuidad laboral en Políticas de Género, pero ahora con menos margen de maniobras y "monitoreada" de cerca.

La lógica de la "poda" de puestos laborales convirtió a Garro en uno de los mejores alumnos de María Eugenia Vidal, quien como se sabe mandó a los intendentes a imitar lo que ella mismo ensaya en Gobernación.

Se da en un contexto de desconcierto laboral de muchos empleados y de pedidos masivos -se habla de al menos un centenar- de jubilaciones y de precarización laboral. También hay preocupación en el sector de los cooperativistas municipales, que es el sector más precarizado y con menor estabilidad.

De hecho, se hicieron denuncias sobre que el 70% de los empleados municipales trabaja sin estabilidad y de manera temporaria. “Haciendo uso de esta precarización nos descuentan arbitrariamente, nos amenazan a diario con despidos, nos hacen trabajar horas extras no pagas y sufrimos maltratos permanentes” se quejaron en una reciente denuncia pública.

Antes de ingresar en "modo descando", Garro instruyó a todos sus secretarios a hacer un inventario del personal que firmaba en sus direcciones y consignar quiénes de ellos realizaba tareas o faltaba, lo que a muchos le sonó, como ocurrió en el 2015 en medio de protestas callejeras, a una virtual "caza de brujas".

La comuna platense tiene un plantel de unos 5.500 trabajadores, unos 2 mil, de planta permanente, y otros 2.500 de planta temporaria, de los que 215 ya fueron dados de baja y otros 250 estarían en la cuerda floja, un tema que ya trae cola aunque no hayan pasado siquiera 7 días de un caliente 2018.