Judiciales y Policiales
Tras los escopetazos en su casa

Marta Ramallo: "No me van a callar porque mi palabra tiene más poder que las balas que estoy recibiendo"

Realizó una protesta en la puerta de Tribunales. (Foto: NOVA)

Por Isaac Quispe Rojas, de la redacción de NOVA

En un claro mensaje intimidatorio, la madrugada de este sábado 27 de octubre, un desconocido efectuó una serie de disparos con una escopeta en las paredes de la casa de Marta Ramallo, madre de Johana Ramallo, la joven desaparecida desde el 26 de julio de 2017. Tras más de 40 minutos, el tirador se retiró del lugar en un vehículo negro.

La agresión se efectuó un día después de que Marta y un grupo de organizaciones realizarán una serie de murales en la ciudad con la cara de Johana, tras cumplirse 15 meses de su desaparición forzada, según denuncia la familia. Llamativamente, el viernes pasado, un patrullero sin patente de la Comisaría 2° se acercó a calle 44 entre 3 y 4 donde pintaban y se mantuvo ahí toda la jornada sin dar explicaciones.

Ante la gravedad de los hechos, la madre de la joven hizo público el ataque y, este miércoles 3 de octubre, se apersonó a los Tribunales de calle 8 y 50 junto a sus abogados para asentar la denuncia, que se suma a la larga lista de intimidaciones y amenazas que sufren ella y su familia por exigir la aparición con vida de su hija.

“A las 5 de la madrugada (del sábado 27) escuché un ruido muy fuerte en la puerta de mi casa, me levanté creyendo que había pasado un accidente y escuchó tres disparos. Me asomó por la ventana de la pieza de mis 4 hijos para ver y resguardar sus vidas y veo que la puerta de la calle estaba abierta”, aseguró Marta Ramallo en dialogó con NOVA.

Luego, la madre aseguró que pudo ver “la cara de un masculino de unos 40 años con un arma de dos años, cuando me ve empieza hacer más tiros, unos 8 a 10 disparos. Yo atiné a levantar un colchón, apoyarlo sobre la ventana con mis hijos llenos de desesperación”.

Asimismo, Marta detalló varios momentos de la tensa madrugada que le tocó vivir. Tras los tiros, a las 5.10 pudo llamar al 911, pero la patrulla llegó alrededor de las 5.50. Fueron unos 40 minutos que ella y sus hijos menores vivieron aterrados, porque en todo ese lapso, el tirador permaneció en el lugar, disparando como si nada, a tan solo seis metros de su casa.

Lo que suma sospechas al ataque es que Marta cuenta con custodia federal a 6 a 8 metros de donde vive. Pese a ello, el atentado no fue prevenido por el efectivo a cargo.Por eso es que “fui hasta donde estaba el custodio de la federal, le golpeó dos veces la ventanilla y como no se levantaba, le pateó la puerta”, manifestó indignada la mujer.

Cuando llegó el móvil de Villa Ponzatti de Berisso, los efectivos le dijeron que ‘acá no había pasado nada, nadie escuchó nada’. Y Martha les respondió que a ella no la iban a hacer callar, que estaba segura de todo lo que vio y “le mostré donde estaban las huellas de la frenada del auto del atacante”.

“Me decepciona cada vez más este poder judicial de mierda que tenemos. A mí me quieren hacer callar, pero no me van hacer callar, porque mi palabra tiene más poder que las balas que yo estoy recibiendo. Si ellos creen que, porque me tirotearon una vez, dos veces la casa, bueno tirotéamela cinco veces más, pero yo voy a salir veces más denunciando”, clamó la madre de Johana.

Y al terminó de sus declaraciones exigió: “Devuelvan a todas nuestras Johana que nos siguen faltando en nuestras casas, nos siguen faltando nuestras hijas, nuestras pibas, nuestras amigas. Mi nieta hace más de un año que está esperando a su mamá. El patriarcado se tiene que caer”.

Por otro lado, cabe recordar que Johana Ramallo, de 23 años, salió de su casa el 26 de julio a la tarde y, según el registro de las cámaras de seguridad, fue vista por última vez, ese día en 1 y 63.

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