Política
Con doble sueldo

La historia del gremialista de Utedyc La Plata que tuvo su etapa de ñoqui en el Ministerio de Desarrollo Social

Fernando Argüelles, secretario general de Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc) de La Plata. (Foto: Archivo NOVA)

En varias oportunidades se lo vio tocando el bombo y arengando a sus afiliados en protestas contra varios clubes de la capital bonaerense. Algunos afirman que esas presencias son para ejercer su rol de secretario general del gremio, pero otros tantos sostienen que en realidad es parte de una pantomima que apunta a negociados propios.

El titular de Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc) de La Plata, Fernando Argüelles, tiene un pasado que quiere ocultar y que pocos conocen. A pesar de querer mostrarse austero manejando su Ford Fiesta modelo 2007, lo cierto es que supo cosechar contactos que le permitieron multiplicar sus ingresos en grandes escalas.

En al año 2011 asume como secretario general del gremio en la seccional platense, lugar donde se desempeña hasta la actualidad, donde percibe por su tarea alrededor de 85 mil pesos mensuales, lo que le permite tener un consumo periódico de tarjetas de crédito que supera los 21 mil pesos. A pesar de ello, no registra caja de ahorro ni cuenta corriente, por lo que el manejo de dinero lo hace totalmente en negro.

Apenas un año después de haber ocupado la conducción de Utedyc, tras una serie de negociaciones logró conseguir un contrato en el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia y se convirtió en un empleado ñoqui del estado más. Por tal motivo, cobraba doble sueldo a pesar de la incompatibilidad horaria que tenía en ambas funciones.

En el círculo íntimo, afirman que Argüelles siempre se muestra muy operativo en contra de los clubes y entidades deportivas y civiles, realizando inspecciones de todo tipo conjuntamente con el Ministerio de Trabajo para conocer la actualidad de los empleados. Sin embargo, el gremialista no tiene ART, algo que siempre exige para sus afiliados en sus constantes medidas de protesta.

Como si todo esto fuera poco, el dicho reza que “en casa de herrero, cuchillo de palo”, ya que todos los empleados que desarrollan tareas para él en Utedyc La Plata, tampoco están inscriptos en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, por lo que no cuentan con una ART que los proteja en caso de algún accidente laboral.

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