Opinión
Parte I

¿Tiranías privadas?

María del Carmen Taborcía, abogada y escritora.

Por María del Carmen Taborcía (*), especial para NOVA

Tiranía es un término que procede de un vocablo griego y que hace referencia al abusode poder, fuerza o superioridad. La tiranía también es el gobierno ejercido por un tirano(una persona que ejerce el poder de acuerdo a su voluntad y sin justicia).

Entre las características que vienen a definir la tiranía se encuentran el que la persona que la lleva a cabo toma el poder por la fuerza, abusa de una manera cruel de ese mencionado poder o ejecuta medidas que llevan a imponer sus criterios de tal forma que genera miedo entre el pueblo. Este se verá atemorizado por la tiranía al tiempo que se empobrece y ve cómo sus accesos a la cultura quedan minimizados.

Como régimen de poder absoluto, la tiranía supone un uso abusivo del aparato estatal. En la antigüedad, sin embargo, el concepto podía tener connotaciones positivas, ya que había tiranos que eran queridos por el pueblo a base de populismo y demagogia.

La noción de tiranía actualmente puede equipararse a diversas formas de dominación y de ejercicio del poder, como la dictadura, el absolutismo, el totalitarismo y el despotismo. Un tirano puede llegar al poder a través de la fuerza (con un golpe de estado o una revolución), pero también mediante elecciones democráticas.

En este último caso, la llegada democrática al poder no invalida el desarrollo de una tiranía. Más allá de que la elección haya sido transparente, quien ostenta el poder puede convertirse en un tirano con el paso del tiempo a través de medidas que socaven las libertades individuales, restrinjan la libertad de expresión y limiten la oposición política.

El anarcosindicalista Noam Chomsky, opina que las grandes organizaciones empresariales privadas son “tiranías privadas”, instituciones desmesuradas y antidemocráticas que funcionan de acuerdo con el más odioso de los principios organizativos, ¡la jerarquía!

Pero sin apoyo del gobierno, las grandes empresas y otras entidades empresariales jerárquicas no tienen el poder de obligar por la fuerza a nadie a obedecer sus políticas. Los directores corporativos pueden con todo derecho aplicar acuerdos contractuales a sus trabajadores; pueden insistir en que sus trabajadores obedezcan sus políticas si quieren seguir contratados. Pero no pueden encadenar a los empleados a sus mesas o amenazar con encarcelarlos.

(*) Abogada y escritora

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