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¿Otro capítulo de poliamor?

Entre engaños y ñoquis: la escandalosa vida del gremialista platense de Utedyc y su mujer

Fernando Argüelles y su mujer, Patricia Zarratea, se reparten la vida entre trabajo y amantes. (Fotomontaje: NOVA)

No solamente se destaca por sus negociados y sus extrañas inspecciones con el gremio, sino que además su vida personal está cargada de detalles escabrosos. Más allá de la vida de lujos de ambos, al mejor estilo del poliamor, tanto Fernando Argüelles como su esposa, tendrían amantes con quienes pasarían parte del tiempo cuando no están con su pareja.

El titular de la seccional platense de la Unión Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc) supo crear los nexos necesarios para llegar a ser ñoqui en el Ministerio de Desarrollo Social. El mismo camino siguió su mujer, Patricia Zarratea quien durante un largo tiempo cobraba un sueldo en el Hospital El Cruce de Florencio Varela, al mismo tiempo que daba clases de Comunicación.

En este sentido, Zarratea percibía cerca de 80 mil pesos, gracias al vínculo que tenía con Julio Pereyra, el ex intendente de esa localidad y desempeñaba como parte del equipo en una revista del nosocomio, que contaba con el apoyo del Ministerio de Salud Nacional y provincial, con José Luis Manzur y Alejandro Collia a la cabeza, respectivamente.

Debido a su relación con Pereyra, fue uno de los brazos de la comunicación del ex jefe comunal y actual diputado bonaerense, por lo que recibió acusaciones de varios sectores. Incluso, en un momento, la esposa del gremialista tuvo un duro cruce con un periodista local por el solo hecho de no estar de acuerdo con una publicación en contra de los manejos en el municipio.

Lejos de los ñoquis, el poliamor

Además de los negociados que cada uno supo cosechar gracias a los vínculos que forjaron en su carrera política, tanto Argüelles como Zarratea esconden una vida llena de ingredientes. Por un lado, el secretario de Utedyc La Plata mantendría encuentros furtivos y amorosos con María Carretero encargada de manejares las redes sociales y secretaria de Comunicaciones de la seccional nacional.

Al mismo tiempo, otra de sus amantes del gremialista “latin lover” sería Lorena Lemos, una empleada de ATE que vive en la ciudad de La Plata. Del otro lado, su mujer, mantendría una relación oculta con un ex compañero laboral llamado Sebastián Valerio, con quien realizaba un programa de radio para la Universidad Arturo Jauretche.

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